martes, 26 de noviembre de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ - el sueño de mi desvelo - antoni daimiel

Esta es una mirada muy personal y nocturna a los tres últimos lustros de redescubrimiento, fantasía, fusión y excelencia del baloncesto de la NBA. Junto al recordado Andrés Montes, Antoni Daimiel cambió de rutina y buscó refugio en la madrugada para administrar la cercanía progresiva de la mejor liga de baloncesto del mundo y de sus protagonistas, las retransmisiones en directo y el éxodo de jugadores españoles a la competición estadounidense. Un proceso cronológico de cómo la NBA, una ensoñación lejana y galáctica, se ha convertido en una competición con un papel protagonista de varios jugadores españoles, seguida con extraordinario interés por una amplia comunidad de aficionados que no para de crecer. Relatos de viajes, perfiles deportivos, sociales y personales de las estrellas de la NBA, antecedentes penales y crónica rosa y negra de los mejores jugadores del mundo completan este universo recopilado por Antoni Daimiel.

"Aunque llevabamos dos meses y medio trabajando juntos, Andrés y yo nunca habíamos hablado más de diez minutos seguidos fuera de micrófono y aquel viaje sirvió para que, con esa hipocondría fundamentada y tan bien llevada, Andrés me pusiera al día de todos sus problemas de salud con una de sus frases más repetidas:

- Yo tengo las tres enfermedades que son las principales causas de muerte en España: me ha dado un infarto, soy diabético y tuve cáncer en una glándula suprarrenal."



"Fiebre y gesto frágil para un reto tan empinado. Pero Jordan siempre tuvo la habilidad de convertir en cine de guión oscarizado un día cualquiera. Aquel semidiós debilitado por agentes externos se sobrepuso a su propia debilidad, al contratiempo y a los dieciséis puntos de ventaja que llegó a tener Utah Jazz en el segundo cuarto y logró salir victorioso y protagonista de la epopeya. Un ser hechizado desde el momento en que los árbitros dieron el salto inicial hasta que el cronómetro se puso a cero. Una atmósfera de cuadro prerrafaelista con encantamientos y seres sobrenaturales hipnotizados por el ruido del bote del balón contra el parqué, por el sonido metálico de la pelota en su colisión con el aro o por el chirrido agudo de las zapatillas en su andar por la pista. Acabada esa magia, el sortilegio se desvaneció y el protagonista volvió a humanizarse y tuvo que ser sostenido por sus compañeros para no desplomarse en el suelo."



"Comenzamos el viaje en Salt Lake City. Paseamos mucho y tratamos de ser alternativos y diferentes en una ciudad pacata. Fuimos a locales underground a oír música en directo y tomarnos la última copa al sonido de la campana cuando el reloj marcaba la 01:00 de la madrugada. Cenamos en el Baci y en otro restaurante donde amenazamos con irnos si no cambiaban la bandera preconstitucional que colgaba junto a otras de muchos países. Andrés Montes y yo también visitamos la Biblioteca de la Historia Familiar, un centro inmenso de archivo genealógico auspiciado por los mormones donde revisamos microfilms con la historia de nuestros apellidos. Aquel remanso de silencio y paz espiritual en el centro histórico de la ciudad, junto a Temple Square, cambió el recuerdo en nuestra memoria cuando meses después vimos en las noticias de televisión que un perturbado había entrado una mañana a la biblioteca disparando entre los asistentes. También recuerdo que la productora Remedios García gestionaba a través del teléfono desde la casta Salt Lake City los preparativos de su boda, prevista para el mes siguiente. Una boda que nunca llegó a celebrarse. Garantizo que ni Jordan ni nosotros tuvimos nada que ver."



"Uno de los partidos que ofrecimos en directo fue el de principios de diciembre del 2001 frente a los Minnesota Timberwolves. "Garnett tiene algo con Gasol, no sé qué es pero se le nota". Acabé esa frase justo cuando Pau recibió el balón por el lado izquierdo de la pista para encarar el uno contra uno ante Garnett. Fintó en un par de ocasiones hasta que enfiló la línea de fondo y terminó con un mate estratosférico en las narices de Garnett y del voluminoso Gary Trent. El público enloqueció y Wally Szczerbiak, sentado en la banda, gritó y se dio un revolcón sobre el parqué ante tal visión cercana (no por el vínculo de haber nacido en España sino seguramente por sus ya latentes diferencias con Kevin Garnett). Recuerdo que dije en directo que un cosquilleo me había recorrido el cuerpo al contemplar el descaro con el que uno de los nuestros retaba y desafiaba al jugador que más dinero ganaba en la NBA."



"El draft del 2003 puso un punto y coma en la NBA. Representa otro de esos momentos cruciales en la historia reciente de la liga. En ese sorteo coincidieron algunas de las estrellas que marcaron la competición en años sucesivos. Después de sucesiones constantes de aciertos y errores, de robos mezclados con sorpresas mediocres y algún que otro error evidente, el mecanismo regenerativo y de ventilación del sistema dio de nuevo resultados. LeBron James, Dwyane Wade, Chris Bosh y Carmelo Anthony resultan una representación inmejorable. Jugadores cibernéticos, físicos de acero inoxidable que ni pretenden ni reniegan del swing callejero característico, ese flow que nos conmueve a los de la explosión sensitiva ochentera. En líneas generales son jugadores con la cabeza en su sitio, tocados por el talento natural y abiertos a los placeres mundanos y retributivos de las bondades de su condición."



"No me precio de ser su amigo, no nos debemos nada y fuera de los compromisos puramente profesionales habré coincidido con él únicamente tres veces, siempre con ocasión de alguna velada en un restaurante. Le agradezco la sensación que recibo del respeto que siempre me ha mostrado por mi trabajo y defiendo con orgullo la independencia de la que siempre he disfrutado a la hora de opinar sobre sus actuaciones. Soy un firme convencido de que si yo no hubiera coincidido con la carrera extraordinaria de Pau Gasol mi desempeño diario laboral, mi productividad y mis ingresos por cuenta de mi trabajo hubieran sido prácticamente los mismos. Tan solo celebro la fortuna que Gasol y el azar me concedieron de poder trasmitir sus hazañas durante tantos años."