jueves, 13 de noviembre de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ: the smiths: música, política y deseo - vv.aa.

Coincidiendo con el 30 aniversario de la publicación del primer álbum de The Smiths, Errata Naturae presenta esta magnífica colección de crónicas, ensayos y relatos sobre la que seguramente es la banda más influyente del pop británico en estas últimas tres décadas. Amados por muchos, y respetados por la mayoría The Smiths se van haciendo poco a poco mayores, pero su obra perdura renovándose a base de nuevos fans que la banda de Manchester sigue logrando por todo el mundo. El Morrissey poeta y escritor. El Johnny Marr estrella en la sombra a la par que guitarrista único. Todo ello está repasado en este libro en el que colaboran, entre muchos otros, Nacho Vegas, Manu Ferrón, Antonio Luque, Joe Pernice o el propio editor Fruela Fernández. Como dice el texto de contraportada del propio libro estamos ante unos textos "sobre la música, la política y el deseo; un libro sobre el rock, el pop y el punk (e incluso sobre el origen del indie), sobre identidades ganadas y perdidas, sobre sexo y laberintos, sobre industrialismo y poesía, sobre amores no correspondidos y acosos amorosos; un libro sobre el nihilismo y otros vicios, sobre Margaret Thatcher y otras damas infames, sobre disturbios olvidados y singles turbadores, sobre acordes con mayor contenido político que muchos mítines, sobre pasiones preinternautas que siguen regalándonos escalofríos. Un libro sobre lo que fuimos y lo que somos." Imprescindible para fans de los que siguen lanzando flores al escenario de Morrisey, de igual modo que para los que crecieron y hoy tienen dos hijos y una hipoteca. Y es que de un modo u otro a todos ellos The Smiths no solo no los llevó "finalmente al suicidio", sino que quizás a alguno incluso "nos salvó la vida (o al menos eso pensamos por un instante)."


"Empezando por su propio nombre, The Smiths revelan una hipervaloración de lo cotidiano: Morrisey y Marr querían un nombre soso. En un programa de televisión de 1984, Morrisey afirmó: Era el nombre más corriente que podía existir, y pienso que es hora de que la gente corriente empiece a hacerse ver. The Smiths escogieron su nombre en oposición a otras bandas de su época, con nombre tan elaborados como Ultravox, Spandau Ballet u Orchestral Movements in the Dark, que evocaban lo extranjero. Al tomar como nombre el apellido más corriente y génerico de la lengua inglesa, The Smiths anunciaron su filiación con la gente común. (...) Tanto The Smiths como la música indie partían de la protesta: el indie se rebelaba contra la industria musical del momento; The Smiths se rebelaban contra la música de su época. Ambas rebeliones invocaban una reforma ante la falta de autenticidad del arte. Así The Smiths sentaron las bases para la posterior comunidad indie, donde se aspiraba a decir algo relevante sobre la vida cotidiana." Wendy Fonarow



"The Smiths fueron una familia basada en una pareja perfecta, que combinaba la brillantez de Morrisey con la atención de Marr hacia ese pasado comunitario que el thatcherismo estaba intentando destruir. Esto fue lo que, en vida The Smiths, evitó que Morrisey se convirtiera en uno más de los solitarios, ególatras y millonarios hijos de Thatcher, aunque la relación entre ambos iconos de los ochenta fuese bastante más compleja que la caricatura del nosotros contra ellos que tantas veces damos por asumida." Alex Niven



"El punk es anticartesianismo puro, y sólo por eso quizá quepa decir que es el movimiento artístico más importante del siglo xx. En lugar del Pienso, luego existo, el punk se reinventó bajo la forma Existo, luego no hay futuro. De este modo el punk rompía con el fantasma del progreso. El progreso era el tema (derivado como efecto económico) que el capitalismo enunciaba (y anunciaba) como necesidad para lograr no sólo un mundo mejor, sino también la verdad, fuera eso lo que fuera. El punk trataba así de hacer saltar por los aires esa idea/ecuación que afirmaba que el progreso era igual a verdad, donde la verdad no es más que un sistema de exclusión social. Necesitamos ahuyentar esa tempestad llamada progreso, había dicho Walter Benjamin. Pero en realidad no era un tempestad, sino una casa en ruinas.(...) The Smiths disparan en el centro de la diana, atacan, muerden, con la conciencia de que estas cosas llevan tiempo, y como se dice al final de The Queen Is Dead, la vida muy larga cuando estás solo. ¿Cómo escapar de aquí? ¿Cómo escapar de todo esto? Ésas serán las preguntas para las cuales no hay respuesta." Alberto Santamaría




"Una melodía así es exquisitamente apropiada para los temas textuales de Morrisey en ésta y en otras canciones: es la melodía de la obsesión. Se limita a sus propios confines y va de un lado a otro, repitiendo con frecuencia su camino: de este modo, funciona como el homólogo musical perfecto para las narraciones de morrisey, con sus ideas insistentes y sus preocupaciones voyeuristas, agorafóbicas en ocasiones. Morrisey refuerza en sumo grado sus temas recurrentes a través de su obsesión personal con ellos: no es necesario tener un conocimiento exhaustivo de su obra para observar que Morrisey está perpetuamente cantando sus mismas canciones de siempre. A lo largo de su trayectoria, las preocupaciones, fascinaciones y fijaciones de Morrisey han sido más profundas que amplias, y de continuo regresa a sus vetas: a veces con deleite, a veces con asco, pero siempre acaba regresando, una y otra vez." Nadine Hubbs




"The Smiths siempre han gustado a los hardcoretas más enterados. En el hardcore siempre ha habido mucho elitismo. Y The Smiths eran una banda muy ambivalente que podía inspirar cierto rechazo: un cantante amanerado y melodramático, sin actitud política clara. La conexión clara es que Morrisey fuese vegano. En los últimos años creo que su figura se convirtió en algo para distinguirse de los más garrulos." Abel González (Corn Flakes)  "Cuando te mueves en los círculos punks tan explícitos en temas políticos, y asu vez, con discursos tan poco estructurados, a excepción de The Clash, The Smiths eran un referente muy atractivo. La contundencia de las letras de The Smiths no se ajustaba a su imagen de ciudadanos corrientes, ésa era su fuerza. No eran el paradigma del antisistema, pero sus letras eran proyectiles que dispraban con certeza a los culpables de la ruina social y política de esos años. Antes de The Smiths, con la excepción de Billy Bragg, predominaba la pataleta contra el sistema." Salvador Moré (Corn Flakes)




"Un poco más tarde tengo otro momento de crisis, pero esta vez es más intenso y dura mucho más. Comienza con una guitarra vibrante y turbulenta, alcanza su cumbre en el verso So you go, and you stand on your own and you leave on your own and you go home, and you cry and you want to die, y termina con el restallido de un gong enorme, cuando Mozz, con su rostro esculpido y el tupé deshecho, se queda inmóvil, perfilado dentro de su temblorosa circunferencia. Y permitidme aclarar que no he bebido, porque tengo que conducir, y que nada más poderoso que un pastel de fruta ha pasado hoy por mis labios, pero, perdonadme, estoy llorando. El peculiar don de Morrisey siempre ha sido provocar en aquellos que se lo permiten un sentimiento abrumador de soledad, y está claro que soy susceptible a su influjo. Soy una persona cuyo indicador anímico rara vez está por debajo de la satisfacción, y la mayoría de las veces marca el nivel máximo de la alegría; además estoy cogiendo la mano de la mujer que amo. Pero durante esta canción, a lo largo de esos seis minutos y cuarenta segundos, me siento solo y abandonado. También siento una oleada de compasión. No por Morrisey: a pesar de todo el dolor y la culpa y la desgracia que nos relata, nunca he estas dos décadas he sentido pena por él, ni siquiera un instante. No, la persona por la que me hace sentir pena soy yo mismo." Simon Armitage