jueves, 13 de noviembre de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ: the smiths: música, política y deseo - vv.aa.

Coincidiendo con el 30 aniversario de la publicación del primer álbum de The Smiths, Errata Naturae presenta esta magnífica colección de crónicas, ensayos y relatos sobre la que seguramente es la banda más influyente del pop británico en estas últimas tres décadas. Amados por muchos, y respetados por la mayoría The Smiths se van haciendo poco a poco mayores, pero su obra perdura renovándose a base de nuevos fans que la banda de Manchester sigue logrando por todo el mundo. El Morrissey poeta y escritor. El Johnny Marr estrella en la sombra a la par que guitarrista único. Todo ello está repasado en este libro en el que colaboran, entre muchos otros, Nacho Vegas, Manu Ferrón, Antonio Luque, Joe Pernice o el propio editor Fruela Fernández. Como dice el texto de contraportada del propio libro estamos ante unos textos "sobre la música, la política y el deseo; un libro sobre el rock, el pop y el punk (e incluso sobre el origen del indie), sobre identidades ganadas y perdidas, sobre sexo y laberintos, sobre industrialismo y poesía, sobre amores no correspondidos y acosos amorosos; un libro sobre el nihilismo y otros vicios, sobre Margaret Thatcher y otras damas infames, sobre disturbios olvidados y singles turbadores, sobre acordes con mayor contenido político que muchos mítines, sobre pasiones preinternautas que siguen regalándonos escalofríos. Un libro sobre lo que fuimos y lo que somos." Imprescindible para fans de los que siguen lanzando flores al escenario de Morrisey, de igual modo que para los que crecieron y hoy tienen dos hijos y una hipoteca. Y es que de un modo u otro a todos ellos The Smiths no solo no los llevó "finalmente al suicidio", sino que quizás a alguno incluso "nos salvó la vida (o al menos eso pensamos por un instante)."


"Empezando por su propio nombre, The Smiths revelan una hipervaloración de lo cotidiano: Morrisey y Marr querían un nombre soso. En un programa de televisión de 1984, Morrisey afirmó: Era el nombre más corriente que podía existir, y pienso que es hora de que la gente corriente empiece a hacerse ver. The Smiths escogieron su nombre en oposición a otras bandas de su época, con nombre tan elaborados como Ultravox, Spandau Ballet u Orchestral Movements in the Dark, que evocaban lo extranjero. Al tomar como nombre el apellido más corriente y génerico de la lengua inglesa, The Smiths anunciaron su filiación con la gente común. (...) Tanto The Smiths como la música indie partían de la protesta: el indie se rebelaba contra la industria musical del momento; The Smiths se rebelaban contra la música de su época. Ambas rebeliones invocaban una reforma ante la falta de autenticidad del arte. Así The Smiths sentaron las bases para la posterior comunidad indie, donde se aspiraba a decir algo relevante sobre la vida cotidiana." Wendy Fonarow



"The Smiths fueron una familia basada en una pareja perfecta, que combinaba la brillantez de Morrisey con la atención de Marr hacia ese pasado comunitario que el thatcherismo estaba intentando destruir. Esto fue lo que, en vida The Smiths, evitó que Morrisey se convirtiera en uno más de los solitarios, ególatras y millonarios hijos de Thatcher, aunque la relación entre ambos iconos de los ochenta fuese bastante más compleja que la caricatura del nosotros contra ellos que tantas veces damos por asumida." Alex Niven



"El punk es anticartesianismo puro, y sólo por eso quizá quepa decir que es el movimiento artístico más importante del siglo xx. En lugar del Pienso, luego existo, el punk se reinventó bajo la forma Existo, luego no hay futuro. De este modo el punk rompía con el fantasma del progreso. El progreso era el tema (derivado como efecto económico) que el capitalismo enunciaba (y anunciaba) como necesidad para lograr no sólo un mundo mejor, sino también la verdad, fuera eso lo que fuera. El punk trataba así de hacer saltar por los aires esa idea/ecuación que afirmaba que el progreso era igual a verdad, donde la verdad no es más que un sistema de exclusión social. Necesitamos ahuyentar esa tempestad llamada progreso, había dicho Walter Benjamin. Pero en realidad no era un tempestad, sino una casa en ruinas.(...) The Smiths disparan en el centro de la diana, atacan, muerden, con la conciencia de que estas cosas llevan tiempo, y como se dice al final de The Queen Is Dead, la vida muy larga cuando estás solo. ¿Cómo escapar de aquí? ¿Cómo escapar de todo esto? Ésas serán las preguntas para las cuales no hay respuesta." Alberto Santamaría




"Una melodía así es exquisitamente apropiada para los temas textuales de Morrisey en ésta y en otras canciones: es la melodía de la obsesión. Se limita a sus propios confines y va de un lado a otro, repitiendo con frecuencia su camino: de este modo, funciona como el homólogo musical perfecto para las narraciones de morrisey, con sus ideas insistentes y sus preocupaciones voyeuristas, agorafóbicas en ocasiones. Morrisey refuerza en sumo grado sus temas recurrentes a través de su obsesión personal con ellos: no es necesario tener un conocimiento exhaustivo de su obra para observar que Morrisey está perpetuamente cantando sus mismas canciones de siempre. A lo largo de su trayectoria, las preocupaciones, fascinaciones y fijaciones de Morrisey han sido más profundas que amplias, y de continuo regresa a sus vetas: a veces con deleite, a veces con asco, pero siempre acaba regresando, una y otra vez." Nadine Hubbs




"The Smiths siempre han gustado a los hardcoretas más enterados. En el hardcore siempre ha habido mucho elitismo. Y The Smiths eran una banda muy ambivalente que podía inspirar cierto rechazo: un cantante amanerado y melodramático, sin actitud política clara. La conexión clara es que Morrisey fuese vegano. En los últimos años creo que su figura se convirtió en algo para distinguirse de los más garrulos." Abel González (Corn Flakes)  "Cuando te mueves en los círculos punks tan explícitos en temas políticos, y asu vez, con discursos tan poco estructurados, a excepción de The Clash, The Smiths eran un referente muy atractivo. La contundencia de las letras de The Smiths no se ajustaba a su imagen de ciudadanos corrientes, ésa era su fuerza. No eran el paradigma del antisistema, pero sus letras eran proyectiles que dispraban con certeza a los culpables de la ruina social y política de esos años. Antes de The Smiths, con la excepción de Billy Bragg, predominaba la pataleta contra el sistema." Salvador Moré (Corn Flakes)




"Un poco más tarde tengo otro momento de crisis, pero esta vez es más intenso y dura mucho más. Comienza con una guitarra vibrante y turbulenta, alcanza su cumbre en el verso So you go, and you stand on your own and you leave on your own and you go home, and you cry and you want to die, y termina con el restallido de un gong enorme, cuando Mozz, con su rostro esculpido y el tupé deshecho, se queda inmóvil, perfilado dentro de su temblorosa circunferencia. Y permitidme aclarar que no he bebido, porque tengo que conducir, y que nada más poderoso que un pastel de fruta ha pasado hoy por mis labios, pero, perdonadme, estoy llorando. El peculiar don de Morrisey siempre ha sido provocar en aquellos que se lo permiten un sentimiento abrumador de soledad, y está claro que soy susceptible a su influjo. Soy una persona cuyo indicador anímico rara vez está por debajo de la satisfacción, y la mayoría de las veces marca el nivel máximo de la alegría; además estoy cogiendo la mano de la mujer que amo. Pero durante esta canción, a lo largo de esos seis minutos y cuarenta segundos, me siento solo y abandonado. También siento una oleada de compasión. No por Morrisey: a pesar de todo el dolor y la culpa y la desgracia que nos relata, nunca he estas dos décadas he sentido pena por él, ni siquiera un instante. No, la persona por la que me hace sentir pena soy yo mismo." Simon Armitage

martes, 28 de octubre de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ - paul auster - brooklyn follies

Nathan Glass decide regresar a su barrio de la infancia, Brooklyn, tras sobrevivir a dos de las cosas más devastadoras de la vida: un cáncer y un divorcio. Decidido a escribir durante su jubilación "El libro del desvarí­o humano", en él contará todo lo que pasa a su alrededor, todas esas pequeñas situaciones cotidianas curiosas que le vayan sucediendo cada día. Escribir de algún modo lo que le de la gana. Enamorado de forma idealista de la joven camarera latina del bar que frecuenta cada día, éste será una de sus paradas diarias junto a la librerí­a de segunda mano de Harry Brightman, un homosexual culto con un pasado extraño y lleno de turbiedad. Precisamente allí­ se encuentra con Tom, su sobrino y el hijo de su amada hermana muerta, que trabaja allí tras pasar por una etapa decadente como conductor de un taxi. A partir de todo este contexto Nathan irá descubriendo de nuevo el Brooklyn en el que creció, a la vez que descubre un buen montón de motivos por los que, a pesar de todo, la vida merece seguir adelante.


"Tengo treinta años, declaró a su nuevo jefe, y peso veinte kilos de más. Hace más de un año que no me acuesto con una mujer, y en las últimas doce mañanas he soñado con atascos en doce sitios diferentes de la ciudad. Podría equivocarme, pero creo que estoy preparado para cambiar de vida."




"Tu no has trabajado en el ramo de seguros. La pasión por el engaño es universal, muchacho, y cuando alguien le coge el gusto, ya no hay remedio que valga. El dinero fácil: no hay mayor tentación que ésa. Fíjate en todos esos listos que montan simulacros de accidentes de coches en los que resultan falsamente heridos, los comerciantes que incendian sus tiendas y almacenes, la gente que finge su propia muerte. He estado treinta años observando esas cosas, y nunca me he cansado de verlas. El gran espectáculo de la falta de honradez. Lo tienes por todas partes donde mires y , te guste o no, es de lo más divertido que se pueda ver."




"Para que luego hablen del mito de la tolerancia y la buena voluntad entre parejas divorciadas. Al terminar la conversación, me dieron ganas de saltar al próximo tren que fuera a Bronxville y estrangular a Edith con mis propias manos. Pero entonces me entraron náuseas. Aunque hay que reconocérselo a la chica. Su ira había sido tan virulenta, sus acusaciones y su desprecio tan agresivos, que en realidad me ayudó a tomar una decisión. No volvería a llamarla nunca más. Nunca en la vida. Bajo ninguna circunstancia, en ningún momento. El divorcio nos había separado a los ojos de la ley, disolviendo el matrimonio que nos había unido durante tantos años, pero aun así seguíamos teniendo algo en común, y como seríamos los padres de Rachel durante todo el tiempo que nos quedara de vida, yo había supuesto que ese vínculo nos evitaría caer en un estado de permanente animosidad. Pero vi que no. Aquella llamada fue el final de todo, y en lo sucesivo Edith no sería más que un nombre para mí: cinco letras insignificantes que designaban a una persona que había dejado de existir."




"Las relaciones sexuales entre gente mayor pueden pasar por situaciones molestas o de cómica indolencia, pero también poseen una ternura que suele escapársele a los jóvenes. Pueden tenerse los pechos caídos, o la picha pendulona, pero la piel sigue siendo piel, y cuando alguien que te gusta te acaricia, te abraza o te besa en la boca, te sigues derritiendo de la misma manera que cuando creías que ibas a vivir eternamente. Joyce y yo no habíamos llegado al diciembre de de nuestra vida, pero no cabía duda de que mayo quedaba bastante atrás. Lo que compartíamos era una tarde de últimos de octubre, uno de esos luminosos días de otoño con un vívido cielo azul, un aire fresco y tonificante, y un millón de hojas aún adheridas a los árboles: marrones en su mayor parte, pero todavía con suficientes tonos dorados, rojizos y amarillos para tener ganas de estar al aire libre lo más posible."

lunes, 29 de septiembre de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ - nadie es más de aquí que tú - miranda july

En estos relatos protagonizados por personas aparentemente ordinarias que viven vidas extraordinarias, la también directora de cine Miranda July, revela como un instante puede cambiarlo todo. Una chica da clases de natación a un grupo de señores mayores sin más agua que la de una palangana; una mujer está en la cama, inmóvil, al lado de su marido; las pausas de un profesor en la pizarra... Y de repente la monotonía de la vida diaria es interrumpida por algo completamente inesperado, configurando de nuevo el mundo y abriendo nuevas posibilidades.


"Quizás los  Nuevos Hombres no existan. Quizás sólo existen los vivos y los muertos, y todos aquellos que están vivos son tal para cual y no se diferencian entre sí. Lo empujé hacia atrás para enderezarlo. No sabía nada de epilepsia, pero me imaginé que le darían más sacudidas. Le retiré el pelo. Le puse la mano debajo de la nariz y noté que respiraba tranquila y pausadamente. Apreté los labios contra su oreja y volví a susurrar: No es culpa tuya. Quizá sea eso lo único que siempre he querido decirle de verdad a alguien, y que alguien me lo dijera."



"El botón de mi pantalón vaquero hacía presión en el del suyo y nuestros pechos intercambiaron sus historias cansinas, historias de infrautilización y de sobreutilización, de abundancia y escasez y de que más da, pasa de eso. Mis lágrimas mojaron su camisa y las suyas mojaron la mía, y así pusimos nuestro llanto delante de nosotras como si fuese una linterna, buscando tristezas nuevas y tristezas ya olvidadas, las que habían tenido la amabilidad de morir muchos años atrás, pero que de hecho no habían muerto, y que resucitaban con un poco de agua. Nos habíamos enamorado de gente que no debimos enamorarnos y después nos casamos con otra gente para olvidar nuestros amores imposibles, o alguna vez habíamos gritado hola en el hervidero del mundo y habíamos huido antes de que a nadie le diese tiempo a contestar. Siempre corriendo y siempre queriendo regresar (...)"



"Como no tenía dinero para el autobús, me fui caminando. La distancia era considerable. Un caballo se habría cansado yendo hasta allí a galope. Cuando los pájaros volaban hasta allí se consideraba ya una migración. Pero no era nada del otro mundo, sólo llevaba tiempo. Fue una experiencia nueva cruzar la ciudad con los diminutos shorts y una media camiseta que decía: TOCAD EL CLAXON.  La gente lo tocaba sin necesidad de ver mi camiseta. Varias veces creí que me iban a disparar por la espalda o que me iban a lanzar una flecha, pero nada de eso pasó. El mundo no era tan seguro como me había imaginado."



"Comenzó la etapa de su vida en que ella era muy hermosa, salvo por... nada. Sólo los ganadores saben lo que se siente ante algo así. ¿Alguna vez has querido algo desesperadamente y lo has obtenido? Entonces sabes que ganar consiste en muchas cosas, aunque nunca es la cosa que creíste que sería."

miércoles, 27 de agosto de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ : taipei - tao lin

De origen taiwanés, Paul es un escritor que habita en la ciudad de New York y que parece abocado a la ruina personal. La tensa relación con sus padres, que no hace mucho regresaron a su país de origen; su desastrosa vida sentimental, dirigida siempre hacia la búsqueda de novias potenciales; la irresponsabilidad para con su obra y sus editores; su adicción a los fármacos; y la influencia de la virtualidad de las redes sociales, son los diversos caminos sin salida a los que el protagonista se ve confinado a punto de cumplir veintisiete años, edad en la que murieron trágicamente los ídolos de una generación como la suya, ciega, perdida y consumista. Taipéi, la tercera novela de Tao Lin publicada por Alpha Decay, es una oda –o un lamento– a la forma de vida actual. Es una meditación desasosegante pero a su vez apasionada acerca de la memoria, el amor y lo que significa estar vivo, ser joven y vivir en Occidente en pleno siglo XXI.


"Al cabo de una hora sujetaban su tercera o cuarta copa sentados en sillas en un rincón oscuro, de cara a lo que a Paul le pareció un grupo de entre sesenta y ochenta amigos. Bafles invisibles emitían, sobre todo, músicas dance y electrónica a todo volumen; en esos momentos sonaba Michael Jackson. Paul se había quedado mirando una zona llena de torsos. Era consciente de haber experimentado la insatisfacción en su relación anterior como un entusiasmo por el futuro empíricamente contrastado, hasta cierto punto, pues suponía la posibilidad de una relación más satisfactoria con alguien a quién todavía no había conocido; ahora, con Michelle, la persona a quien más unido se sentía -eso ya se lo había dicho varias veces, y muy sinceramente-, vivía la insatisfacción como un fracaso personal, como el indicio directo de una disfunción interna en cuya corrección secreta debía centrar su atención."



"En la fiesta, casi todo gente entre los treinta y los cuarenta, Paul le hizo a Amy una pregunta abierta sobre sus padres. Cuando, tras una pausa, ella iba a contestarle, Paul se llevó el móvil del bolsillo del pantalón a la oreja. Hola, dijo con voz muy nítida, y mientras su campo visual periférico advertía que Amy se llevaba el vino a la boca y estaba a punto de derramarlo, se sintió físicamente aislado, como si llevara un casco de moto.

- Era broma -dijo Paul-. No me ha llamado nadie.

Amy tenía una expresión apática y desorientada.

- No tengo ninguna llamada.

- Muy bueno -dijo Amy desviando la mirada.

- Era broma."




"A veces, al contemplar de noche alguna ciudad, sobre todo una gris o marrón, Paul la veía intuitivamente como una cosa pequeña e irreductible que, creciendo muy deprisa desde el verano en que había llegado, desarrollaba manchas de color sobre su superficie en expansión, amarilleaba en otoño, y en invierno, debilitada, ya había perdido el exterior preparándose para volver a crecer en primavera, aunque, incapaz en la forma que había adoptado de integrarse en el ciclo natural, seguía creciendo en verano y otoño, etcétera, desprovista de cara y de piel, sin hostilidad o tiranía o conciencia abstrusa de su propia integridad, sino más bien como algo varado que, sin vista ni educación, persigue una especie de anhelo indefinido. Viviendo en el interior de un edificio, encerrado en una habitación, al ver las calles y los puentes y las aceras podías terminar olvidando que todo era un único ser, extraño y anhelante."




"- ¿Y eso por qué lo piensas?

- Me estaba volviendo paranoica. Pensaba que no querías tenerme cerca y que mi presencia ya te molestaba.

- No -dijo Paul meneando la cabeza.

- Estabas tan callado.

- Estoy tan callado porque estoy bajo mínimos. Te dije que me sentía como un zombi.

- Ya lo sé, pero todavía estaba paranoica. Pensé y si sólo me soporta. Voy a pasar las próximas tres semanas con él, y cosas así.

- Estamos completamente bajo mínimos. No te fíes de lo que sientes ahora."




"A partir de un determinado momento, advirtió Paul vagamente, la tecnología había pasado a señalarle únicamente el carácter ineludible y próximo de la nada. En vez de liberar nanorobots en el torrente sanguíneo para reparar las cosas más rápidamente de lo que se deterioraban, implantar pequeños computadores en el cerebro de la gente o aplicar otros métodos que Paul habría descubierto en la Wikipedia con intención de aplazar la muerte hasta convertirla en ese ente lejano, menguante y casi inexistente que entonces era la vida -y para que la vida, para los humanos inmortales, se convirtiera en la diversión preponderante que entonces era la muerte-, la tecnología parecía abocada a eliminar la vida para siempre cumpliendo incontroladamente su única función: convertir la materia, animada o inanimada, en materia computerizada con el único objeto, al parecer, de aumentar su funcionamiento hasta que el universo fuera un único ordenador."

martes, 12 de agosto de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ: llamadas telefónicas - roberto bolaño

Intensos, misteriosos y llenos de significados más allá de lo que muestran a primera vista, esta colección de relatos de Roberto Bolaño ofrece la mejor cara del escritor chileno gracias a esa narrativa abierta e imprevisible que alcanza puntos de genialidad en cuentos como el que da título al libro. Imprescindible.


"Por entonces yo vivía con una mexicana y nuestra relación amenazaba con acabar con ella, conmigo, con los vecinos, a veces incluso con la gente que se atrevía a visitarnos. Estos últimos días, advertidos, dejaron de venir a nuestra casa y por aquellos días casi no veíamos a nadie; éramos pobres (la mexicana, pese a pertenecer a una familia acomodada del D.F, se negaba terminantemente a recibir ayuda económica de ésta), nuestras peleas eran homéricas, una nube amenazante parecía cernirse permanentemente sobre nosotros. (...) La verdad es que por aquellos años días yo no era una buena compañía para nadie. Esto lo sabía todo el mundo y todo el mundo me evitaba o me rehuía. Pero Enrique sí quería verme y a la mexicana, vaya uno a saber por qué oscuros motivos, Enrique, su compañera, le cayeron bien y las visitas, la cenas se sucedieron hasta un total de cinco, no más."



"Y recuerdo (esto si que lo recuerdo con total claridad) que Enrique admitió que le gustaría tener un hijo, la experiencia del hijo fueron sus palabras textuales, no su mujer sino él, es decir tenerlo nueve meses dentro de su barriga y parirlo. Recuerdo que cuando lo dijo yo me quedé helado, la mexicana y su compañera lo miraron con ternura, y a mí me pareció ver, y eso fue lo que me dejó helado, lo que años después , pero desgraciadamente no muchos años después, sucedería. Cuando la sensación pasó, fue breve, apenas un chispazo, la afirmación de Enrique me pareció una boutade que ni siquiera merecía contestación. Por descontado, ellos querían tener hijos, yo para variar, no, al final de los cuatro de aquella cena el único que tiene un hijo soy yo, la vida no sólo es vulgar sino también inexplicable."




"Por la mañana, al despertar, B está enamorado otra vez. ¿Pero está enamorado de X o está enamorado de la idea de estar enamorado? La relación es problemática e intensa: X cada día bordea el suicidio, está en tratamiento psiquiátrico (pastillas, muchas pastillas que sin embargo en nada la ayudan), llora a menudo y sin causa aparente. Así que B cuida a X. Sus cuidados son cariñosos, diligentes, pero también son torpes. Sus cuidados remedan los cuidados de un enamorado verdadero. B no tarda en darse cuenta de esto. Intenta que salga de su depresión, pero sólo consigue llevar a X a un callejón sin salida o que X estima sin salida. A veces cuando está solo o cuando observa a X dormir, B también piensa que el callejón no tiene salida. Intenta recordar a sus amores perdidos como una forma de antídoto, intenta convencerse de que puede vivir sin X, de que puede salvarse solo. Una noche X le pide que se marche y B coge el tren y abandona la ciudad."




"Dijo que la gente a veces se quedaba largo rato contemplando el horizonte, el sol que desaparecía detrás del cerro El Lagarto, y que el horizonte era de color carne, como la espalda de un moribundo. ¿Y qué esperan que aparezca por allí?, le pregunté. Mi propia voz me espantó. No lo sé, dijo: una verga. Y luego: el viento y el polvo, tal vez. Después pareció tranquilizarse y al cabo de un rato creí que estaba dormido. Volveré mañana, murmuré, tómate las medicinas y no te levantes. Me marché en silencio."




"Mi infancia fue feliz y no tiene nada que ver con lo que después ha sido mi vida. Las cosas comenzaron a torcerse durante la adolescencia. Yo vivía en Santiago y según mi padre estaba destinado a convertirme en un delincuente juvenil. Mi padre, por si aún no los sabes (y no veo por qué tendrías que saberlo), era José Estrada Martínez, alias el Guatón de Estrada, uno de los principales dirigentes del Partido Comunista de Chile. Mi familia era proletaria, con conciencia de clase, luchadora, y con una honradez a prueba de fuego. Yo a los trece años robé una bicicleta. Con eso parece que te explico todo."




"Gente que enfermaba porque sabía que podía morir en cualquier momento, gente que no iba a tener la experiencia de la vejez en la vida, la droga les proporcionaba esa experiencia y los curaba. A veces Sofía se drogaba. Tomaba LSD y anfetaminas y rohipnoles, pastillas para subir y pastillas para bajar y pastillas para controlar el volante de su coche. Un coche al que yo, por precaución, rara vez me subía. Salíamos, en verdad, poco. Yo hacía mi vida, Sofía hacía su vida y por la noche, en su cuarto o en el mío, nos trenzábamos en una lucha interminable hasta quedar vaciados cuando ya empezaba a amanecer."

martes, 8 de julio de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ - crezco - ben brooks

El creador del hoy muy exitoso "Lolito", Ben Brooks, ya tuvo una aparición estelar dentro de los circuitos independientes hace tres años con "Crezco". Su primera novela "normal", como él la ha llegado a denominar, está protagonizada por un joven de 17 años, y ya por entonces nos situabaen ese mundo juvenil, irónico, resabido y desfasado de las clases medias británicas. Psicólogos, drogas y sexo son parte del día a día de Jasper y sus amigos, entre los cuales están desde Ping y su puritana novia Ana, hasta el despiadado Jonah, pasando por la más moral, pero igualmente tocada Tenaya. Narrado en forma de diario adolescente, las humorísticas aventuras de este grupillo nos cuentan unos últimos días de curso en los que las fiestas y la escritura de su primera novela se intercalan en la vida de Jasper. De apariencia insensible, quizás el protagonista de esta muy notable novela esconde mucho más de lo que muestran sus incontroladas reflexiones y comportamientos.


"Cada vez que Julia se traga mis mentiras o no consigue disuadirme de participar en crímenes de odio, siento una profunda decepción por el año 2010. No me gusta cómo actúa la gente hoy. El señor Hutchinson lo llama la plaga de la era posmoderna. La plaga es la tolerancia. La plaga ha hecho que se tolere incluso a los intolerantes. Por eso puedes entrar en www.kkk.com y comprar camisetas con eslóganes del White Power."




"Me levanto con cuidado para no darle un golpe a la madre de Tenaya al ponerme de pie. Seguramente tampoco lo notaría. No se despertaría ni aunque le tirara del pelo y le lamiera las orejas. El alcohol no es nada sano porque, cuando te emborrachas y te duermes, no te acuerdas de lo que hiciste en sueños. A veces me siento muy culpable de las cosas que pasan en mis sueños. Le he hecho daño a gente mientras duermo, y no importa si lo saben o no."




"Bajo los cuatro pisos hasta la cocina del sótano. Es un búnker silencioso y oscuro. Una única bombilla desnuda proyecta su tenue luz amarilla contra las paredes. Es una de las de bajo consumo. Los padres de Tenaya creen que una bombilla salvará el planeta. Yo creo que es demasiado tarde para salvarlo."




"El instituto tiene un aspecto particularmente poco interesante antes del funeral, como si lamentara la perdida, igual que los alumnos que ahora lloran cuando unas semanas antes se habían reído al ver el vídeo. Las cristaleras sin limpiar parecen haberse vestido con más polvo aún para presentar sus respetos, y los suelos de madera plástica brillan como unos ojos tristes. Todo el mundo guarda silencio, en todas partes. Silencio absoluto, con las cabezas agachadas y las manos sobre el regazo. No creo que nadie llegue a entenderlo. Los profesores dicen que la gente (sobre todo las chicas y los homosexuales) se emociona especialmente cuando alguien muere porque eso les recuerda a los seres queridos que han perdido. Yo creo que la gente se emociona porque se da cuenta de que un día también morirá, algo que se suele olvidar con facilidad."




"Sus ojos son estuarios pero, al menos, no se ha autolesionado. Durante un rato, no hacemos nada, nos quedamos sentados. Sé por qué llora. Me siento comprensivo. Llora por Tom pero también por que Tom representa: fracaso. Todos fracasamos a menudo. Nos fallamos los unos a los otros y nos fallamos a nosotros mismos. Mamá le falló a Papá, Keith le falló a Margaret, Tabitha le falló a la vida, Tom le falló a Tenaya, Jonah les ha fallado a unas treinta chicas. Supongo que yo le he fallado a Abby. Lo siento, Abby."                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              

miércoles, 2 de julio de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ: lolito - ben brooks

Etgar tiene todo por hacer y sin embargo no quiere hacer nada. Etgar tiene problemas de adolescente y miedos de adulto. Etgar solo quiere ver documentales marinos y comedias sin muerte, pero clica en los vídeos virales más sádicos. Pasea por las calles grises de su pueblo, pero es en internet donde Etgar descubre el desamor más cruel (el engaño de su primera novia en Facebook) y también el amor más cálido y extraño (el consuelo de una mujer madura tan indefensa como él, en un chat sexual). Un juego de identidades que deberá resolver en la vida real. Un Holden Caulfield con conexión a internet, el reverso cruel de Wes Anderson y la mejor actualización de las novelas de los angry young men.  Elogiado por Nick Cave y aclamado por la crítica británica, te podrá recordar a El Libro de Rachel de Martin Amis, a la vez que a Algún Día Todo Este Dolor Te Será Útil de Peter Cameron.



"Sabía que la abuela estaba muerta. Ya había visto suficientes cuerpos muertos en la televisión. Era exactamente el aspecto que tenían. No queda ánimo de lucha bajo la piel y todo se viene abajo, como una cometa dentro de casa. Todo cae donde la gravedad quiere que caiga porque está esperando para fundirse de nuevo con la tierra y volver en forma de perros y oro y flores. Lo aprendimos en el colegio. A menos que apliques electricidad rápidamente en las tetas, una persona muerta está muerta."




"Chaladochat no suena a nada que pudiera interesarme. Clico en chatadultos y selecciono la categoría de chat adultos. Las líneas de palabras y emoticonos y carcajadas destellan y suben tan deprisa como los números de una matriz. Si la gente se riera y sonriera tan a menudo en la vida real, la vida real sería mucho más soportable."



"Ojalá Olvídate de Mí fuera real. Si yo fuera Jim Carrey, dejar que Kate Winslet desapareciera de mi cabeza me haría muy feliz. No me resistiría. No iría corriendo de aquí para allá entre mis recuerdos para intentar evitar que se evaporara. Le diría adiós, le daría un beso y me olvidaría de ella para siempre. Probablemente es la única manera de ser feliz. No dejar de decir adiós. Debería golpearme con algo duro y provocarme amnesia. Es broma."



"El ordenador dice que en Japón hay un bosque al que va mucha gente a suicidarse. Atan una cinta de colores a un árbol y caminan con la cinta en la mano por si acaso dejan de querer desaparecer y necesitan encontrar el camino de vuelta. Hay cintas a millares, el bosque parece una sala de museo llena de esos rayos láser en diagonal que se ponen para que la gente no robe las cosas. Unos voluntarios caminan por el bosque en busca de cadáveres y de gente que quiere ser un cadáver pero que aún no está segura al cien por cien. Hay la tira de tiendas de campañas vacías en el bosque y de coches viejos en el aparcamiento."



"Creo que no tengo ansiedad porque estoy siendo sincero. No tengo que seguir contando historias inventadas ni recordar los detalles, como que soy un agente hipotecario y que vivo en Londres. Si mientes a la gente, esperas que la gente te mienta."



"Mi tren sale a la una. El vuelo de Macy es a las seis. Estamos sentado en unas sillas de metal en la terraza de un café llamado Ellen´s. El aire es tan fresco y limpio que parece que estemos en otro lugar de Europa. París o Berlín. Las nubes hacen carreras en el cielo. Por delante de nosotros pasa gente con cosas que hacer y lugares donde hacerlas. Les miro los zapatos. Todos los zapatos están resplandecientes. Me siento afortunado por no tener que pasar ni un segundo de mi vida sacando brillo a mis zapatos. No tengo idea de por qué se supone que los zapatos deben brillar."




"Estuvimos juntos mil treinta y siete días. Los acabo de contar. Son muchos días. En este tiempo te salieron las tetas, mi polla se volvió de un color como marrón y los dos crecimos y nos presentamos a los exámenes. Creo que esto significa que cuando salgamos con otra gente será diferente. Salir con otra gente me parece algo imposible de imaginar. No sé. Me da la sensación de que a todo el mundo le asustan las cosas que desaparecen. Por eso en las películas la gente dice seamos amigos cuando rompen. No creo que debamos ser amigos porque te he visto el coño y sería raro. Cuando se me olvide cómo es podremos ser amigos, pero a lo mejor entonces ya seremos viejos. A lo mejor tenemos cafeteras exprés. No quiero una cafetera exprés, Alice. De verdad que no."




"Solo acuérdate de comprobar que continúas teniendo los brazos y las piernas y el torso y la cara. Estás vivo. Seguirás vivo durante mucho tiempo. Todo lo que te pasará ya me ha pasado antes a mí, y a tu madre, y a tu abuelo. Y hemos sobrevivido. Por ahora. No hay problemas nuevos, sino nuevas formas de solucionarlos."

sábado, 21 de junio de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ - el almuerzo desnudo - william s.burroughs

El Almuerzo Desnudo, una de las novelas más míticas de la literatura norteamericana, es un descenso a los infiernos de la droga y una denuncia horrorizada y sardónica, onírica y alucinatoria de la sociedad actual, un mundo sin esperanza ni futuro. Burroughs dispara sus flechas contra las religiones, el ejército, la universidad, la sexualidad, la justicia corrupta, los traficantes tramposos, el colonialismo, la burocracia y la psiquiatría representada por el siniestro Dr. Benway, el gran manipulador de conciencias, el experto en Control Total.


"La droga es el producto ideal... la mercancía definitiva. No hace falta literatura para vender. El cliente se arrastrará por una alcantarilla para suplicar que le vendan... El comerciante de droga no vente su producto al consumidor, vende el consumidor al producto. No mejora ni simplifica su mercancía. Degrada y simplifica al cliente. Paga a sus empleados en droga. La droga produce una fórmula básica de virus maligno: El álgebra de la necesidad (...) A partir de cierta frecuencia, la necesidad no conoce límite ni control alguno. Con palabras de necesidad total: ¿Estas dispuesto? Sí lo estas. Estás dispuesto a mentir, a engañar y denunciar a tus amigos, robar, hacer lo que sea para satisfacer esa necesidad total. Porque estarás en un estado de enfermedad total, de posesión total, imposibilitado para hacer cualquier otra cosa. Los drogadictos son enfermos que no pueden actuar más que como actúan."




"Una vez hice la ronda con él, por divertirme. ¿Sabes cómo son los viejos cuando comen, que pierden completamente la vergüenza y sólo verlos te hace vomitar? Los yonquis viejos son iguales con la droga. Babean y chillan al verla. Mientras la cuecen les cuelga la saliva por el mentón, les gruñe el estomago y se les retuercen todas las tripas en movimientos peristálticos y se les disuelve la poca piel decente que les queda, esperas que en cualquier momento les salga una gran burbuja de protoplasma que rodee la droga. Algo realmente repugnante de ver."



"Gamberros rockeros adolescentes toman por asalto las calles de todas las naciones. Irrumpen en el Louvre y arrojan ácido al rostro de la Gioconda. Abren puertas de zoos, manicomios, cárceles, revientan las conducciones de agua con martillos neumáticos, rompen a hachazos el suelo en los lavabos de los aviones comerciales, apagan faros a tiros, liman los cables del ascensor hasta dejar un solo hilo, conectan las alcantarillas a los depósitos de agua, arrojan tiburones y rayas, angulas eléctricas y candirús a las piscinas (...), meten el Queen Mary a toda maquina en el puerto de Nueva York vestidos de marineros, hacen carreras con aviones y autobuses de pasajeros, irrumpen vestidos de bata blanca en hospitales y clínicas llevando serruchos y hachas y bisturíes de un metro de largo; sacan a los paralíticos de sus pulmones de acero (imitan su ahogos revolcándose por el suelo con ojos desorbitados), ponen inyecciones con bombas de bicicleta, desconectan los riñones artificiales, cortan a una mujer por la mita con una sierra quirúrgica de dos manos, meten piaras de cerdos gritones en la Bolsa, cagan en el suelo de las Naciones Unidas y se limpian el culo con tratados, pactos, alianzas."




"El punto crítico de la carencia no es la fase inicial de malestar agudo, sino el paso final para quedar fuera del medio de la droga... Hay un intervalo terrorífico de pánico celular, la vida suspendida entre dos maneras de ser... En ese punto, el anhelo de droga se concentra en un último, absoluto deseo, y parece cobrar un poder nunca soñado: las circunstancias ponen la droga en tu camino... Te encuentras un pincheta de aquellos tiempos, un enfermero del rollo, un matasanos de receta fácil...."




"Una orquídea roja floreció en la base del cuentagotas. Dudó un segundo cumplido, luego apretó la goma y observó el líquido que se precipitaba hacia la vena como aspirado por la silenciosa sangre sedienta. En el cuentagotas quedó una fina capa de sangre iridisciente, y el collar de papel blanco empapado en sangre, como un vendaje. Llenó el cuentagotas de agua. Al vaciarlo otra vez, el chute le pegó en el estomago, un golpe blando, dulce. Me miro los pantalones, asquerosos, no me los he cambiado desde hace meses... Los días se deslizaban, amarrados a una jeringuilla con un largo hilo de sangre... Estoy olvidando el sexo y todos los placeres corporales precisos, soy un fantasma drogado, gris. Los chicos hispanos me llaman El Hombre Invisible... el hombre invisible."




"Me busco una vena en el pie desnudo y sucio... Los yonquis carecen de vergüenza... son impermeables a la repugnancia ajena. Es poco probable que la vergüenza pueda darse en ausencia de libido sexual... La vergüenza del yonqui desaparece con su sociabilidad asexual, también dependiente de la libido... El adicto considera su cuerpo impersonalmente, como un instrumento para absorber el medio en el que vive, valora su tejido con las manos frías de un tratante de caballos: Es inútil tratar de pinchar aquí. Ojos de pez muerto que revolotean sobre una vena destrozada."




"- El cuerpo humano puede funcionar a base de azúcar solo, me cago en Dios... Soy consciente de que algunos de mis ilustres colegas que tratan de empequeñecer mi genial trabajo, pretenden hacer creer que introduzco clandestinamente vitaminas y proteínas en el azúcar de Iris... Desafío a esos tontos del culo sin nombre a que se arrastren fuera de sus letrinas y hagan un análisis in situ del azúcar de Iris, y de su té. Iris es un coño norteamericano integral. Niego categóricamente que se esté alimentando de semen. Y permítanme aprovechar esta oportunidad para declarar que soy un científico respetable, no un charlatán, un iluminado, o un presunto hacedor de milagros... Nunca he pretendido que Iris pudiera subsistir exclusivamente por fotosíntesis."




"El resultado fina de la representación celular completa es el cáncer. La democracia es cancerígena y su cáncer es la burocracia. Una oficina arraiga en un punto cualquiera del Estado, se vuelve maligna como la Brigada de Estupefacientes, y crece y crece reproduciéndose sin descanso hasta que, si es controlada o extirpada, asfixia a su huésped, ya que son organismos puramente parásitos. (...) La burocracia es tan nefasta como el cáncer, supone desviar de la línea evolutiva de la humanidad sus inmensas posibilidades, su variedad, la acción espontánea e independiente, y llevarla al parasitismo absoluto de un virus."


miércoles, 11 de junio de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ - la canción de amor de jonny valentine - teddy wayne

El Ángel del Pop, el rompecorazones de once años, el intérprete con esa voz que a todas enamora”. Eso dicen los titulares y para eso lucha su madre, una cajera de supermercado reconvertida en el más implacable manager desde que su hijo saltara a la fama gracias a Youtube. Pero algo falla cuando un niño se atiborra de zolpidem para conciliar el sueño y toma aspirinas infantiles para sus resacas. La canción de amor de Jonny Valentine es un himno a la ternura y a la magia de la primera vez, a los sentimientos puros en tiempos de cinismo, pero también una lúcida sátira de la industria musical y del mundo adulto. Una segunda novela titánica celebrada como uno de los libros del año en EE UU. Agridulce, cómico y triste, Teddy Wayne se consagra como una de las voces más decisivas de su generación.



"Es súper importante tener una fuerte presencia en las redes sociales, y Jane no se cansa de decirme: Cuando en las entrevistas te pregunten por Twitter, di que te encanta estar en contacto directo con tus fans, y yo respondo: Pero si ni siquiera sé cómo funciona Twitter ni cual es mi contraseña, porque me has quitado el wifi del portátil y solo me dejas entrar en Internet para buscar cosas relacionadas con los deberes o para enviárselos a Nadine por correo. Y ella dice: Te estoy haciendo un gran favor, el Twitter solo lo utilizan mindundis que quieren dárselas de famosos y pringados que quieren promocionarse, que no tienen equipo de relaciones públicas, y en él los adultos se comportan como si fueran adolescentes que se pasan notitas en clase, y todo el mundo pierde treinta puntos de cociente intelectual al entrar en Internet."



"Ronald todavía no había llegado; Jane pidió un Ivy gimlet para ella y una Coca-Cola light para mí, y le dijo al camarero que se llevara el cuenco de frutos secos, pese a que él le aseguró que no contenía cacahuetes. Cuando me trajo el refresco le dije: Gracias, y otra vez Gracias cuando dejó en la mesa el cocktail de Jane, porque ella nunca mira a los camareros a los ojos. A lo mejor lo hace porque ella fue camarera antes de entrar en Schnucks, y antes estuvo unos meses de secretaria en una empresa de marketing, que según ella fue el peor empleo de su vida, y esa experiencia tendría que servirle para ser más amable con los camareros, lo que pasa es que nosotros vamos a restaurantes gourmet en los que les pagan bastante bien, y ella estuvo en una cafetería. Aun así deja unas propinas generosas, y a veces los periodistas dicen que la cantidad que ha dejado vale más que la comida, y algunos podrían pensar que lo hace para que lo recoja la prensa, pero en realidad es porque a ella los clientes nunca le dejaban nada."




"Siempre que los medios o las fans me preguntan si salgo con alguien, tengo que responder que no estoy con nadie en este momento, aunque no dejo de buscar a esa persona especial, y que me gustan muchísimo las chicas. Jane asegura que así todas mis admiradoras creen que tienen alguna posibilidad, sobre todo las gordas, que son las más fervientes y leales. Y si llegara a tener novia se quedarían chafadísimas y pasarían a fijarse en otro."




"La mayoría de la gente no se contempla mucho si no es en el espejo, donde te ves al revés de como te ven los demás en la vida real, así que, cuando alguien se ve en una foto, no se acaba de reconocer, pero yo veo tantas de mí mismo que me reconozco más en ellas que en mi reflejo. Aunque también es verdad que todo el mundo se saca la tira de fotos, y seguramente la gente reacciona cada vez más como las celebridades."




"Subirme al trasto fue un poco como mandar a todo el mundo a tomar por el culo; en cierto momento, cuando estaba por encima de la muchedumbre y los teclados tocaban a todo trapo Rosas para Rosie, tarareé bajito: Que os de a todos, si la vicepresidenta ejecutiva no me hubiera considerado una prioridad y no hubiera conseguido sacarme en todas vuestras revistillas, a ninguno de vosotros os importaría una mierda quién soy, con muy poca fuerza para que el micro no lo captara. Cuando te enfadas cuesta mucho tener miedo al mismo tiempo."




"El tiempo siempre pasa más despacio cuando te marchas que cuando te diriges a él."




"Cuando la ciudad es de tercera, los sitios chachis siempre dan una sensación de desesperación, como si quisieran ser un local guay de L.A o Nueva York pero no les saliera ni de lejos. Jane siempre critica a los artistas pop que imitan a otros, porque nunca les va a salir demasiado bien y, cuando fracasan, quedan aún peor. Dice que tienes que crear tu propia marca, que los copiones no le interesan a nadie. Y yo le digo: Pero si te pasas la vida intentando convertirme en el próximo Tyler Beats."




"Normalmente me habría hecho ilusión que me dedicaran un reportaje tan positivo en una revista de adultos, aunque a los tíos que habían escrito ese texto les encantaban la ropa y los productos para el pelo, pero les daba miedo que la gente pensara que eran maricas, así que escribían como si fueran los menos maricas del mundo. Sin embargo, si estás esperando en un hospital a que te digan si tu madre está muerta o no, los reportajes de moda parecen algo bastante idiota, sobre todo cuando piensas en todos los adultos que han tenido que intervenir para crear ese artículo."

jueves, 20 de febrero de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ: algún día este dolor te será útil - peter cameron

James Sveck, el narrador de esta novela, es un adolescente inteligente y precoz, ha terminado el colegio y durante el verano trabaja en la galería de arte que su madre tiene en Manhattan y en la que casi nunca entra nadie. Pese a haber sido admitido en la prestigiosa Universidad de Brown no está seguro de querer ir. Lo que de verdad le gustaría es comprarse una casa en el campo y pasarse el día leyendo, sin ser molestado; detesta relacionarse congente de su edad, a la que evita y con la que piensa que no tiene nada en común.La narración de James nos ofrece una sarcástica y divertida mirada sobre su confusa vida, sobre cómo su desestructurada familia y su psiquiatra tratan en vano de ayudarle, o sobre cómo intenta, torpemente, aclararse y salir de su aislamiento. Considerada por la crítica estadounidense como una de las mejores novelas que se han publicado en los últimos años sobre Nueva York, "Algún día este dolor te será útil" es una aguda y emotiva novela sobre un joven capaz de cuestionarse a sí mismo, a su familia y al tiempo que le ha tocado vivir.

"Mis padres estuvieron casados quince años y mi madre estuvo casada tres con su segundo marido y supuse que la duración de su último matrimonio sería proporcional. Intenté calcular qué porcentaje de quince años eran tres, a fin de calcular cuál sería el porcentaje correspondiente de tres años... ¿Acaso podrían ser cuatro días? Por desgracia, la aritmética nunca se me ha dado bien. Los números no me interesan o no me parecen tan reales como la palabras.


"- No lo sé. Tal vez. Pero no quiero ir a la universidad.

- ¿Por qué? ¿Por qué no?

- Creo que será una pérdida de tiempo.

-¡Una perdida de tiempo! ¿La universidad?

- Para mí sí. Estoy convencido de que puedo aprender por mí mismo todo lo que desee saber leyendo libros y buscando el conocimiento que me interesa. No veo la utilidad de pasar cuatro años, cuatro años muy caros, aprendiendo un montón de cosas que no me interesan especialmente y que sin duda olvidaré, tan solo porque eso es lo que se debe hacer. Y, además, no soporto la idea de pasar cuatro años en compañía de estudiantes universitarios. Me aterra.

- ¿Qué problema tienen los estudiantes universitarios?

- Serán todos como Huck Dupont.

- No conoces a Huck Dupont.

- No necesito conocerlo. El hecho de que se llame Huck y que le hayan dado una beca como jugador de hockey en la universidad de Minnesota me basta.

- ¿Qué tiene de malo el hockey?

- Nada, si te gustan los deportes sangrientos, pero no creo que a alguien se le deba dar una beca en una universidad estatal por ser un psicópata."




"Pensé en el significado de esa palabra, en qué significa realmente estar perturbado, cómo un tranquilo estanque se perturba cuando le arrojas una piedra o cómo perturbas la paz. O cómo puede perturbarte un libro o una película o la quema de selva tropical o la fusión de los casquetes polares. O la guerra de Irak. Aquel fue uno de esos momentos en los que tienes la impresión de que jamás habías oído una palabra y no puedes creer que signifique lo que significa y te preguntas cómo es que esa palabra ha llegado a significar tal cosa. Parecía un repicar de campanas, reluciente y puro, perturbado, perturbado, perturbado, la oía con su verdadero significado y, como si acabara de comprenderlo, dije: Estoy perturbado."



"Incluso los llamados santos, como la madre Teresa, me fastidian. En ciertos aspectos era tan ambiciosa como mi padre o cualquiera que quiera estar en la cumbre de su profesión. La Madre Teresa quería ser la mejor santa, así que hizo las cosas más repugnantes que podía hacer y sí, ya sé que ayudó a la gente y alivió su sufrimiento, no digo que eso sea malo, solo digo que, a mi modo de ver, era tan egoísta y ambiciosa como cualquiera."



"Creo que eso es lo que me asusta: el carácter azaroso de todo. Que las personas que podrían ser importantes para ti pasen por tu lado y las dejes atrás. ¿Cómo podrías saberlo? ¿Debería volver sobre mi pasos y hablar con el chico mexicano? Tal vez estuviera solo como yo, quizá leyera a Denton Welch. Tenía la sensación de que al pasar de largo lo había abandonado, que me pasaba la vida, un día tras otro, abandonando a la gente."



"-¿Sabes? —me dijo ella, tras haber tomado un sorbo y emitir un sonido de aprobación—. Creo que lo que me cuentas es alentador. Has actuado de una manera estúpida y causado un estropicio, pero aun así me parece alentador. —¿Por qué? —le pregunté. —¿Por qué? Porque querías algo y has tratado de conseguirlo. Has actuado. Estúpidamente, es cierto, pero en definitiva tú has actuado y eso es lo importante. Y a menudo uno actúa como un estúpido en cuestiones de amor. Yo misma actué así. —Hizo una pausa, como si recordara algo concreto."



"Tener malas experiencias a veces es una ayuda, te aclara más lo que deberías hacer. Sé que esto parece demasiado optimista, pero es cierto. Quienes solo han tenido buenas experiencias no son muy interesantes. Puede que estén contentos y sean felices de alguna manera, pero son superficiales. Ahora te parecerá un contratiempo, algo que te complica la vida, pero... es demasiado sencillo vivir sin complicaciones. No es que la felicidad sea necesariamente simple, pero no creo que tú vayas a tener una vida fácil y será mejor para ti. Lo difícil es no dejarte abrumar por las malas rachas. No debes permitir que te derroten. Tienes que verlas como un regalo... un regalo cruel, pero regalo a fin de cuentas. Sé que divago, no voy a seguir."


ENTRELECTORES

jueves, 13 de febrero de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ: catedral - raymond carver

Se ha afirmado que el relato es la forma narrativa por excelencia en la literatura norteamericana actual y que Raymond Carver es el maestro indiscutible en este registro. En cada relato de Catedral se revela la presencia latente o la intrusión de terrores extraordinarios en una existencia ordinaria. Sus personajes son gente de lo más común: trabajadores manuales, empleaduchos, parados, parejas a la deriva, desamparados, golpeados por la vida. Su estilo es escueto, lacónico, opera por sustracción; se ha dicho que Carver inaugura una nueva visión, un nuevo método, una nueva tonalidad. 


"Sin excepción, era el niño más feo que había visto nunca. Era tan feo que no pude decir nada. Las palabras no me salían de los labios. No es que estuviese enfermo ni desfigurado.  Nada de eso. Simplemente era feo. Tenía una cara grande y roja, ojos saltones, frente amplia y labios grandes y gruesos. Carecía de cuello propiamente dicho, y tenía tres o cuatro papadas bien llenas. Le formaban pliegues justo debajo de las orejas, que le brotaban de la cabeza calva. Carne grasienta le colgaba sobre las muñecas. Sus brazos y dedos eran gruesos. Llamarle feo era decir mucho en su favor." (Plumas)




"Entonces dije una cosa. Figúrate, sólo imagínate que nunca ha pasado nada. Suponte que ésta ha sido la primera vez. Supóntelo. Suponer no hace daño. Digamos que lo otro no ha sucedido jamás. ¿Sabes lo que quiero decir? ¿Entonces, qué?.
Wes me miró con fijeza. Entonces calculo que tendríamos que ser otras personas, si se diera el caso, dijo Wes. Distintas. Ya no puedo hacer esa clase de suposiciones. Nacimos para ser lo que somos. ¿Entiendes lo que quiero decir?
Le contesté que no había dejado algo bueno ni recorrido casi mil kilómetros para oírle hablar así.
Lo siento, pero no puedo hablar como alguien que no soy, dijo Wes. Yo no soy otro. Si lo fuese, con toda seguridad no estaría aquí. Si fuera otro, no sería yo. Pero soy como soy. ¿No lo entiendes?" (La Casa de Chef?)



"Nelson seguía buscando en los bolsillos. Sacó una cartera del bolsillo interior y la puso sobre la mesa. Le dio unas palmaditas.

- Ahí tengo cinco de los grandes. Escucha -le dijo a Donna-. Te voy a dar dos. ¿Entiendes? Te doy dos de los grandes y me haces una mamada. Igual que la mujer de éste le estará haciendo a otro tío grande. ¿Me oyes? Ya sabes que ella se la estará chupando a otro en este mismo momento, mientras que él está aquí metiéndote mano debajo de la falda. Lo justo es lo justo. Toma.

Sacó de la cartera las esquinas de los billetes.

- Bueno y otros cien para tu buen amigo, para que no se sienta despreciado. No tiene que hacer nada. Tú no tienes que hacer nada -me dijo Nelson-. Sólo quedarte aquí sentado, beberte la copa y escuchar música. Buena música. Esta tía y yo salimos juntos como buenos amigos. Y luego vuelve sola. No tardará mucho."(Vitaminas)




"La mujer se llamaba Miss Dent, y aquella tarde había encañonado a un hombre con una pistola. Le había obligado a arrodillarse en el polvo suplicando que le perdonara la vida. Mientras los ojos del hombre se llenaban de lágrimas y sus dedos estrujaban hojas caídas, ella le apuntaba con el revolver y le cantaba cuatro verdades. Trataba de hacerle comprender que no podía seguir pisoteando los sentimientos de la gente." (El Tren)

martes, 14 de enero de 2014


SUBRAYADO A LÁPIZ: historias del savoy - josé luis alvite

"Estas son algunas de las fantasías de ALVITE escritas para la radio y (...) la prensa, todas ellas llenas (...) de piceladas de un humor tan negro como las noches en las que casi siempre se desarrollan. Tienen ante ustedes el delirio genial de muchas noches de barra y piano. saboréenlo como sólo se paladean las gotas de elixir". Carlos Herrera


"¿Y Bill Shorofski? Su vida familiar superó muchos avatares y alcanzó a celebrar las bodas de plata. Pero su matrimonio estaba tan deteriorado y las peleas eran tan constantes, que los muchachos del Savoy le regalamos una vajilla rota."



"Muchacho, la literatura es en apariencia algo tan sencillo como poner las palabras en cierto orden. Lo malo es que pruebas y nunca aciertas. Y entonces, maldita sea, comprendes que en acertar consiste también la lotería."



"Cada vez que hablo de música me viene a la memoria el cadáver de Charlie Parker tendido boca arriba en el piso de una aristocrata borracha. El cadáver de Charlie, el forense lo diagnosticó quince años mayor. Charlie ponía la música en aquel orden a su manera porque tocaba jazz, y el jazz es una rama de la psiquiatría. Pero nunca supo poner en orden su propia vida, así se le escaparon por entre los dedos, a manos llenas, la salud y el tiempo. Pero Charlie era así, uno de esos tipos convencidos de que un hogar sólo es una buena excusa para volver tarde a casa."



"Se supone que la gente se casa por amor pero en realidad la consecuencia del matrimonio a menudo es el exterminio del amor y de la pasión, que es su nido, su ostentación, su braceo. Él y ella se aman, se buscan, se muerden, van al cine, cruzan la calle a saltitos con esa estupidez que se tolera porque el amor consiste en cierta estupidez que no está mal vista. Pero tan pronto se casan, dejan de ir al cine y sucumben al vídeo, que es la estafa de los sueños. El matrimonio reduce el tamaño de las cosas y lo envejece todo."



"Hay mucha gente así. Terry Shelton me dijo en una ocasión que no leía libros por temor a que le salieran gafas. La disculpa era una estupidez y le advertí de que con esa manera de pensar, evitaría comer para no estropear el estomago. "No es lo mismo, cielo, porque si te pusiesen gafas en el estómago, nadie las vería". Y zanjó la cuestión."

martes, 7 de enero de 2014




SUBRAYADO A LÁPIZ: libertad - jonathan franzen

El retrato minucioso de una familia del Medio oeste americano a lo largo de varias décadas adquiere en la prosa maestra de Jonathan Franzen un carácter universal. Ahondando en la vida intima de unos personajes tan cercanos como identificables, la novela es una incisiva radiografía de nuestro tiempo que ha suscitado la admiración unánime de la crítica y los lectores de todos los países donde se ha publicado hasta la fecha. Con una efectiva combinación de humor y tragedia, Franzen desgrana las tentaciones y las obligaciones que conlleva la libertad: los placeres de la pasión adolescente, los compromisos despreciados en la madurez, las consecuencias del anhelo desenfrenado de poder y riqueza que arrasa al país. Así, en los aciertos y errores de un grupo de personas que tratan de adaptarse a un mundo confuso y cambiante, Franzen ha pintado un cautivador retablo de nuestra época.


"- Bien. No hablaremos de ello. Pero os habéis estado viendo, ¿no es así? Casi a diario, ¿no? Durante semanas y semanas.

- Somos amigos. Pasamos tiempo juntos.

- Muy bonito. Y ya sabes cómo está las cosas en Hibbing.

- Sí. Su madre necesita ayuda en el motel.

Richard esbozó una sonrisa desagradable.

- ¿Eso es lo que sabes?

- Bueno, y su padre no se encuentra bien, y sus hermanos no hacen nada.

- Y eso es lo que él te ha dicho. Y nada más.

- Su padre tiene enfisema. Su madre tiene algún tipo de discapacidad.

- Y él trabaja en la construcción veinticinco horas a la semana y saca sobresalientes en la facultad de Derecho. Y ahí lo tienes, a diario, con todo ese tiempo para andar contigo por ahí. Vaya una suerte la tuya, que tenga tanto tiempo libre. Pero eres una tía guapa, te lo mereces, ¿no? Además, tienes esa lesión espantosa. Eso y ser guapa: eso te da derecho a no hacerle siquiera una sola pregunta."




"Casi todo el trabajo estaba ya hecho. Vio que era casi libre, y dar el último paso le produjo una sensación horrible, pero no horrible en el mal sentido, si es que eso tiene alguna lógica. Estaba sentada junto a la ventana, oliendo la lluvia y observando cómo el viento hacía crimbrear los hierbajos y los arbustos en la azotea de una fábrica abandonada hacía mucho tiempo"




"La tarde siguiente, en la habitación 21, a plena luz del día, con las ventanas abiertas y las deslucidas cortinas hinchadas por el viento, rieron y lloraron y follaron con una alegría cuya seriedad e inocencia causa no pocos estragos en el ánimo de la autobiógrafa al acordarse, y lloraron un poco más y follaron un poco más y se quedaron tendidos el uno al lado del otro con los cuerpos sudorosos y los corazones rebosantes y escucharon los susurros de los pinos. Patty tenía la sensación de haber tomado una potente droga cuyo efecto no disminuía, o de haber entrado en un sueño increíblemente vívido del que no despertaba, solo que era plenamente consciente, segundo a segundo, de que eso que le sucedía no era una droga ni un sueño, sino sencillamente la vida, una vida sólo con presente y sin pasado, un amor distinto de cualquier amor que hubiese imaginado."




"- Los niños son una maravilla -dijo Walter-. Los niños siempre han dado sentido a la vida. Te enamoras, te reproduces, y luego tus hijos crecen, se enamoran y se reproducen. Precisamente ésa ha sido siempre la finalidad de la vida.  El embarazo. Más vida. Pero ahora el problema es que más vida sigue siendo algo maravilloso y lleno de sentido en el plano individual, pero para el mundo en su totalidad sólo significa más muerte. Y no una muerte agradable, además. Nos hallamos ante la pérdida de la mitad de las especies del mundo en los próximos cien años. Nos enfrentamos ante la mayor extinción masiva desde al menos el cretácicoterciario. Primero conseguiremos la total eliminación de los ecosistemas del mundo, luego la muerte por inanición y/o enfermedad y/o matanzas en masa. Lo que sigue siendo normal en el plano individual es horrendo y no tiene precedentes en el plano global."




"- Mi pregunta -dijo Mathis- es si sabe usted contar hacia atrás. Veamos, empezaré yo por usted. Diez, nueve...

- Oiga, lamento mucho haber empleado la palabra "estupidez". Aquí fuera aprieta el sol. No era mi intención...

- Ocho, siete...

- Quizá sea mejor que volvamos en otro momento -propuso Lalitha-. Podemos dejarle algún material para que lo lea cuando guste.

- Ah, conque dan por supuesto que sé leer, ¿eh? -Mathis exhibía una sonrisa radiante. Ahora gruñían sus tres perros-. Creo que voy por el seis. ¿O era el cinco? Estúpido de mí, ya se me ha olvidado.

- Oiga -dijo Walter-, me disculpo sinceramente...

-¡Cuatro, tres, dos!

Los perros, al parecer también bastante inteligentes, avanzaron las orejas hacia atrás.

- Volveremos - advirtió Walter, batiéndose en retirada a toda prisa con Lalitha.

- ¡Si vuelven, le pegaré un tiro a su coche! -exclamó Mathis alegremente a sus espaldas."




"La razón por la que él ni siquiera se permitía pensar en amar a Lalitha, y menos aún en hacer nada al respecto, era Patty. No era solo porque respetara al pie de la letra la ley conyugal, era también porque no soportaba la idea de que Patty supiera que existía alguien de quien él tenía mejor concepto que de ella. Lalitha sí era mejor que Patty. Eso era un hecho. Pero Walter sentía que preferiría morir a reconocer ante Patty ese hecho evidente, ya que, por mucho que acabara amando a Lalitha, y por inviable que fuera ahora su vida con Patty, amaba a Patty de una manera totalmente distinta, de una manera más amplia y abstracta, y no obstante esencial, que tenía que ver con toda una vida de responsabilidad: con ser buena persona."




"Estaba totalmente solo y no se explicaba cómo había llegado a ese punto. Como era posible que un dolor llamado Connie ocupase el centro de su vida. Lo enloquecía sentir con tal precisión lo que sentía ella, comprenderla tan bien, ser incapaz de imaginar la vida de ella sin él. Cada vez que se le presentaba la oportunidad de escapar de Connie, la lógica de interés personal le fallaba."




"Y es muy fácil decir, "Sí, pero no llegó a quitarse la vida, ¿verdad?" y pensar que simplemente había caído en el autodramatismo y la autocompasión y el autoengaño y otros autosentimientos nocivos. La autobiógrafa sostiene, no obstante, que Patty atravesaba horas muy bajas esa noche, las más bajas de su vida, y tuvo que obligarse una y otra vez a pensar en sus hijos. Sus niveles de dolor, aunque quizás no superiores a los de Walter, eran ciertamente altos. Y Richard era la persona que la había metido en esa situación. Richard era la única persona que podía comprenderla, la única persona a la que ella podía ver sin morirse de vergüenza, la única persona de quién ella sabía con certeza que aún la deseaba. Le había destrozado la vida a Walter, y en cuanto a eso ya no podía hacer nada; así pues pensó, bien podría intentar salvar la suya propia."




"Bochornosamente, Patty ha indagado, por mediación de sus hijos, si existe una mujer en su vida y se ha alegrado al saber que no. No porque no desee que él sea feliz, no porque ella conserve el menor derecho, o siquiera una gran inclinación a los celos, sino porque significa que existe aún una mínima probabilidad de que él todavía piense, como piensa ella más que nunca, que su relación no fue únicamente lo peor que les ha ocurrido, sino también lo mejor. Habiendo cometido tantos errores en su vida, tiene sobradas razones para dar por sentado que en esto también ha sido poco realista: no consigue imaginar ningún impedimento fatal reconocible para volver a estar juntos. Pero la idea no la abandona. La asalta un día tras otro, un año tras otro año casi idéntico al anterior, este anhelo de la cara y la voz y la ira y la bondad de Walter, este anhelo de su compañero."