martes, 26 de noviembre de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ - el sueño de mi desvelo - antoni daimiel

Esta es una mirada muy personal y nocturna a los tres últimos lustros de redescubrimiento, fantasía, fusión y excelencia del baloncesto de la NBA. Junto al recordado Andrés Montes, Antoni Daimiel cambió de rutina y buscó refugio en la madrugada para administrar la cercanía progresiva de la mejor liga de baloncesto del mundo y de sus protagonistas, las retransmisiones en directo y el éxodo de jugadores españoles a la competición estadounidense. Un proceso cronológico de cómo la NBA, una ensoñación lejana y galáctica, se ha convertido en una competición con un papel protagonista de varios jugadores españoles, seguida con extraordinario interés por una amplia comunidad de aficionados que no para de crecer. Relatos de viajes, perfiles deportivos, sociales y personales de las estrellas de la NBA, antecedentes penales y crónica rosa y negra de los mejores jugadores del mundo completan este universo recopilado por Antoni Daimiel.

"Aunque llevabamos dos meses y medio trabajando juntos, Andrés y yo nunca habíamos hablado más de diez minutos seguidos fuera de micrófono y aquel viaje sirvió para que, con esa hipocondría fundamentada y tan bien llevada, Andrés me pusiera al día de todos sus problemas de salud con una de sus frases más repetidas:

- Yo tengo las tres enfermedades que son las principales causas de muerte en España: me ha dado un infarto, soy diabético y tuve cáncer en una glándula suprarrenal."



"Fiebre y gesto frágil para un reto tan empinado. Pero Jordan siempre tuvo la habilidad de convertir en cine de guión oscarizado un día cualquiera. Aquel semidiós debilitado por agentes externos se sobrepuso a su propia debilidad, al contratiempo y a los dieciséis puntos de ventaja que llegó a tener Utah Jazz en el segundo cuarto y logró salir victorioso y protagonista de la epopeya. Un ser hechizado desde el momento en que los árbitros dieron el salto inicial hasta que el cronómetro se puso a cero. Una atmósfera de cuadro prerrafaelista con encantamientos y seres sobrenaturales hipnotizados por el ruido del bote del balón contra el parqué, por el sonido metálico de la pelota en su colisión con el aro o por el chirrido agudo de las zapatillas en su andar por la pista. Acabada esa magia, el sortilegio se desvaneció y el protagonista volvió a humanizarse y tuvo que ser sostenido por sus compañeros para no desplomarse en el suelo."



"Comenzamos el viaje en Salt Lake City. Paseamos mucho y tratamos de ser alternativos y diferentes en una ciudad pacata. Fuimos a locales underground a oír música en directo y tomarnos la última copa al sonido de la campana cuando el reloj marcaba la 01:00 de la madrugada. Cenamos en el Baci y en otro restaurante donde amenazamos con irnos si no cambiaban la bandera preconstitucional que colgaba junto a otras de muchos países. Andrés Montes y yo también visitamos la Biblioteca de la Historia Familiar, un centro inmenso de archivo genealógico auspiciado por los mormones donde revisamos microfilms con la historia de nuestros apellidos. Aquel remanso de silencio y paz espiritual en el centro histórico de la ciudad, junto a Temple Square, cambió el recuerdo en nuestra memoria cuando meses después vimos en las noticias de televisión que un perturbado había entrado una mañana a la biblioteca disparando entre los asistentes. También recuerdo que la productora Remedios García gestionaba a través del teléfono desde la casta Salt Lake City los preparativos de su boda, prevista para el mes siguiente. Una boda que nunca llegó a celebrarse. Garantizo que ni Jordan ni nosotros tuvimos nada que ver."



"Uno de los partidos que ofrecimos en directo fue el de principios de diciembre del 2001 frente a los Minnesota Timberwolves. "Garnett tiene algo con Gasol, no sé qué es pero se le nota". Acabé esa frase justo cuando Pau recibió el balón por el lado izquierdo de la pista para encarar el uno contra uno ante Garnett. Fintó en un par de ocasiones hasta que enfiló la línea de fondo y terminó con un mate estratosférico en las narices de Garnett y del voluminoso Gary Trent. El público enloqueció y Wally Szczerbiak, sentado en la banda, gritó y se dio un revolcón sobre el parqué ante tal visión cercana (no por el vínculo de haber nacido en España sino seguramente por sus ya latentes diferencias con Kevin Garnett). Recuerdo que dije en directo que un cosquilleo me había recorrido el cuerpo al contemplar el descaro con el que uno de los nuestros retaba y desafiaba al jugador que más dinero ganaba en la NBA."



"El draft del 2003 puso un punto y coma en la NBA. Representa otro de esos momentos cruciales en la historia reciente de la liga. En ese sorteo coincidieron algunas de las estrellas que marcaron la competición en años sucesivos. Después de sucesiones constantes de aciertos y errores, de robos mezclados con sorpresas mediocres y algún que otro error evidente, el mecanismo regenerativo y de ventilación del sistema dio de nuevo resultados. LeBron James, Dwyane Wade, Chris Bosh y Carmelo Anthony resultan una representación inmejorable. Jugadores cibernéticos, físicos de acero inoxidable que ni pretenden ni reniegan del swing callejero característico, ese flow que nos conmueve a los de la explosión sensitiva ochentera. En líneas generales son jugadores con la cabeza en su sitio, tocados por el talento natural y abiertos a los placeres mundanos y retributivos de las bondades de su condición."



"No me precio de ser su amigo, no nos debemos nada y fuera de los compromisos puramente profesionales habré coincidido con él únicamente tres veces, siempre con ocasión de alguna velada en un restaurante. Le agradezco la sensación que recibo del respeto que siempre me ha mostrado por mi trabajo y defiendo con orgullo la independencia de la que siempre he disfrutado a la hora de opinar sobre sus actuaciones. Soy un firme convencido de que si yo no hubiera coincidido con la carrera extraordinaria de Pau Gasol mi desempeño diario laboral, mi productividad y mis ingresos por cuenta de mi trabajo hubieran sido prácticamente los mismos. Tan solo celebro la fortuna que Gasol y el azar me concedieron de poder trasmitir sus hazañas durante tantos años."

miércoles, 30 de octubre de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ: todo arrasado, todo quemado - wells tower

El primer libro de Wells Tower, Todo arrasado, todo quemado, ha maravillado a la crítica estadounidense, que no ha dudado en calificarlo como uno de los mejores debuts literarios de los últimos tiempos. Medios como el New York Times, el New York Observer o el Publishers Weekly se han apresurado a dedicar páginas a este joven autor que, con tan solo un libro, ya ha sido comparado a escritores de la talla de John Cheever o Raymond Carver. Ahora podemos disfrutar en castellano de estos relatos que, protagonizados por personajes a la deriva y escritos con humor e ingenio, muestran el portentoso talento de este ya imprescindible autor.


"- No sé por qué, pero en mitad de un tramo puse un escalón a quince centímetros del anterior, en vez de veinte: se me fue la olla totalmente. Y apareció el dueño de la casa, un viejo, para ver cómo iba la obra. Cuando estaba bajando, plaf, se cayó, y acabó al pie de las escaleras con una pierna rota. Después se pasó por allí un abogado con una cinta métrica y ahí terminó todo.

- Pues eso es lo que estoy diciendo -insistió Charlie-. Sólo en EEUU puede uno hacerse rico por ser demasiado tonto para bajar unas escaleras."




"- ¿Qué estás haciendo en mi casa? -preguntó Bob. Oyó que Randall decía algo, pero no distinguió las palabras. Vicky se puso al teléfono y lo saludó.

- Hola Vick -dijo él.

- ¿Cómo te van las cosas?

- Estupendamente. He encontrado petróleo en el jardín. Aquí todo el mundo bebe champán y tiene lavabos de oro. En cuanto doy una palmada aparece alguien y me acerca una uva a la boca. Pero ya lo he exprimido todo al máximo. Me estoy preparando para preparar mi vuelta.

- Ya -respondió ella-. Tenemos que hablar de ciertas cosas."




"Pero Bob sintió cierta afinidad con la babosa. Si él hubiera sido un animal marino, no creía que Dios lo hubiese ataviado con aletas azules y amarillas como el espléndido pez muerto que había en el suelo, ni que le hubiera concedido el cuerpo de un tiburón o de una barracuda o de cualquier otro de esos impecables destructores. No, seguramente habría pertenecido a la familia de ese pepino de mar, hecho a imagen y semejanza de las aguas residuales y caracterizado por proferir un eructo químico que arrasaba con cualquier cosa bonita que se acercara a él."



" Yo seguía riéndome cuando, al cabo de una hora de frío, dejé entrar a Stephen ofreciéndole una conciliadora taza de espeso chocolate caliente. Él la cogió con los dedos de color rosa, la vació en el fregadero, agarró un abrelatas de la encimera, me lo tiró, y me hizo una herida de seis centímetros debajo del labio inferior. Me ha quedado un paréntesis blanco en la barba del mentón, una perenne sonrisita de diablillo. Pero después de seis copa bien cargaditas, nuestra esclerótica historia se desenreda y se convierte en algo triste y sencillo. Si pienso en mi hermano se me empañan los ojos y me abruma la pena por los treinta y nueve años que hemos pasado sin entendernos."



"Él no se había esforzado en ocultar lo mal que le caía mi prometida. Ella asistía regularmente a la iglesia y procedía de una familia conservadora; la última vez que se habían visto, habían discutido por la guerra de Irak. En el transcurso de la cena, Stephen había conseguido que ella acabara declarando que habría estado encantada de que las bombas dejaran Oriente Medio completamente arrasado. Él le había preguntado cómo conciliaba esa táctica con el No Matarás, y su risa había atravesado todo el comedor cuando Amanda le había respondido que No Matarás era del Antiguo Testamento, y que no contaba."



"No tiene sentido intentar describir el amor que aún me inspira mi hermano cuando me mira así, cuando ha dejado de sacarme toda la lista de sus agravios y ha cesado durante un instante de despreciarse a sí mismo por no haber triunfado y por no haberse convertido en el nuevo John Tesh. Nuestra relación fraternal no es la que yo desearía para otros hombres, pero tenemos la fortuna de contar con un don único y sencillo: en esos escasos momento de felicidad, podemos compartir la alegría con la misma pasión y con la misma concentración con que compartimos el odio."



"Ya me estaba arrepintiendo de haberle hecho ese favor a Jane. Empecé a divagar. Es imposible ir en un Datsun enano con el nuevo novio de tu mujer sin recordar todas las cosas buenas de ella en las que es mejor no detenerse mucho. La curva de su vientre pegada a la parte posterior de tu espalda en una mañana fría. La resbaladiza maravilla de su cuerpo enjabonado en la ducha. Una noche de hace muchísimo tiempo en la que os revolcasteis el uno sobre el otro con tanto ahínco que rompisteis dos tornillos, de un centímetro, que sujetaban la cama. Pero, si empiezas a proyectar esa vieja película, Barry el de Mendocino no tarda en irrumpir en escena con sus enormes piernas desnudas y llenas de vello oscuro, en tu cama, con unas velas y un incienso pestilente echando humo en la mesilla de noche."



"En ese momento yo no entendí muy bien lo que Gnut estaba viviendo, pero después de que Pila y yo tuviéramos a los gemelos, de que formáramos una familia, comprendí lo terrible que puede ser el amor. Lamentas no poder odiar a esas personas, a tu mujer y a tu hijos, porque sabes lo que el mundo hará con ellos, porque tú mismo has cometido algunas de esas cosas. Resulta enloquecedor, pero te aferras a ellos con todas tus fuerzas e intentas no pensar en lo demás. Aunque te sigues despertando de madrugada y te quedas esperando el crujido y el chapoteo de los remos, el sonido metálico del acero, los ruidos de los hombres que reman para llegar a tu casa."


jueves, 19 de septiembre de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ: pregúntale al polvo - john fante

Los Ángeles en la década de los años treinta. El joven aprendiz de escritor Arturo Bandini lucha por la dura supervivencia diaria, mientras sueña con el triunfo artístico y económico. Arturo proclama que es un genio de las letras, mientras se enfrenta a una compleja relación amorosa con Camilla, una chica mexicana que trabaja como camarera. Arturo Bandini se ve abocado a una destructiva relación de amor-odio, mientras sigue soñando con alcanzar la gloria. Novela de supervivientes urbanos que entusiasmó a Bukowski, PREGÚNTALE AL POLVO es un nuevo volumen de la saga protagonizada por Arturo Bandini, álter ego de John Fante.


"Seguí bajando las colinas por Olive Street y pasé ante las horribles casas de madera que apestaban a crímenes,y sin abandonar Olive, ante el Philarmonic Auditorium, recordé que había estado allí con Helen para oír los coros de los Cosacos del Don, que me había aburrido y que nos habíamos peleado por culpa de aquello, y me acordaba de lo que Helen llevaba puesto aquel día, un vestido blanco, y de que los riñones se me ponían en órbita cada vez que lo rozaba. Ay Helen, Helen... aunque allí no, claro."



"Sigue pues andando por Bunker Hill, amenza al cielo con el puño, sé qué piensas, Bandini. Imágenes de tu padre ante ti, un latigazo en la espalda, fuego y lava en el cráneo, que la culpa no es tuya: esto es lo que piensas, que naciste pobre, en el seno de una familia de campesinos pobres, obligado por pobreza, obligado a huir del pueblo de Colorado en que naciste porque eras pobre, vagabuendeando por las cloacas de Los Ángeles porque eres pobre, esperando escribir un libro que te haga rico, porque los que te detestan allá en Colorado, dejarán de detestarte si escribes un libro. Eres un cobarde, Bandini, un traidor a tu propia alma, un embustero de pena ante ese Jesucristo tuyo que ahora llora. Por eso escribes, por eso sería mejor que te murieras.

Sí, es verdad. Pero en Bel-Air he visto casas con jardines frescos y alfombrados de césped y piscinas de agua verdosa. He deseado a mujeres cuyos solos zapatos valen cuanto he tenido en toda mi vida. He visto palos de golf en los escaparates de Spalding, en Sixth Street, que me despiertan unas ganas locas de tenerlos en las manos. He llorado por tener una corbata, igual que el hombre piadoso llora por sus pecados. He admirado los sombreros que venden en Robinson del mismo modo que los críticos de arte se quedan boquiabiertos ante las obras de Miguel Ángel."



"Le miré los pies. Se dio cuenta de que pasaba algo y advertí su distanciamiento. Me dominó entonces una sensación de bondad, de frescura, de remozamiento, como si me cubriera una piel nueva.

- Las sandalias que calzas, ¿es necesario que las lleves, Camila? ¿Tienes que subrayar hasta ese extremo que siempre has sido y serás una hispana asquerosa y grasienta?

Me miró horrorizada, con la boca abierta. Unió las manos, se las llevó a los labios y entró corriendo en el bar. Alcancé a oír sus quejidos: oh, oh, oh.
Enderecé la espalda y me alejé contoneándome, silbando de satisfacción. En el arroyo de la calle, junto al bordilo, vi una colilla de buen tamaño. No tuve empacho en cogerla, la encendí con un pie metido aún en el arroyo, aspiré el humo y lo expulsé hacia las estrellas. Yo era americano y me sentía orgullosísimo de ello,, hasta el tuétano. La gran ciudad en que estaba, el asfalto poderoso que me sostenía y los edificios soberbios que me cobijaban eran la expresión de mi América. De entre la arena y los cactos de los americano habíamos sabido levantar un imperio. La raza de Camila había tenido su oportunidad. Y la había desaprovechado. Los americanos lo habíamos perseguido. Gracias, Dios mío, por la patria que me has dado. Gracias, Dios mío, por haberme hecho nacer en América."



"Fui al parking y me dirigí al coche de Camila. Me senté a esperar en la tapicería reventada. En un rincón del parking estaba la caseta donde el empleado gestionaba el negocio. Encima de la caseta había un reloj luminoso de color rojizo. Yo no apartaba los ojos del reloj, vigilaba el avance del minutero hacia las once. Entonces me entró miedo de volver a verla y cuando me revolví y encogí en el asiento, toqué algo blando con la mano. Era un gorro de Camila, negro, de tipo escocés, con una borla en lo alto. Lo palpé con los dedos, me lo llevé a la nariz. El polvo facial que conservaba era como el de ella. Era lo que andaba buscando. Me lo guardé en el bolsillo y salí del parking. Subí las escaleras de Angel´s Flight y me dirigí a la pensión. Ya en mi cuarto, lo saqué del bolsillo y lo eché sobre la cama. Me desnudé, apagué la luz y estreché entre mis brazos el gorro."



"- Eres hermosa -dije-. Eres una princesa maya.

- Soy la princesa Camila.

- Toda esta tierra y este mar te pertenece. Toda California. No existe California, no existe Los Ángeles, ni calle llenas de polvo, ni pensiones baratas, ni periódicos hediondos, ni gente desarraigada y moribunda que viene del Este, ni avenidas de ensueño. Estamos en tus dominios, un hermoso país con desiertos, las montañas y el mar. Eres una princesa y lo gobiernas todo.

- Soy la princesa Camila -dijo sollozando-. No existen los americanos, no existe California. Sólo desiertos, las montañas y el mar, y yo lo gobierno todo.

- Entonces aparezco yo.

-Entonces apareces tú.

-Yo soy Arturo Bandini. El escritor más grande de la historia universal."



"- Me das asco - dijo. ¡Dios mío, cuánto asco me das!

Mientras recogía los cigarrillos, la noche y el vacío barrio fabril se echaron a temblar al oír las perrerías que me espetaba Camila. Comprendí lo que pasaba. no despreciaba a Arturo Bandini, en absoluto. Lo que no soportaba era que yo no encajase en las ideas preconcebidas que ella tenía en la cabeza. Quería amarme, pero no sabía hacerlo. Quería que yo fuese como Sammy: tranquilo, taciturno, duro y distante, buen tirador con el fusil, un buen camarero que la aceptaba como se acepta a una camarera y nada más. Bajé del coche sonriendo porque sabía que la sonrisa le ofendería. 

- Buenas noches - dije-. Hace una noche espléndida. No me importa caminar. 

- Espero que no llegues muy lejos -replicó-. Espero que por la mañana te encuentren muerto en cualquier callejón. 

- Se hará lo que se pueda -dije.

Nada más oí que se le escapa un sollozo, un grito de dolor. Una cosa estaba clara: Arturo Bandini no estaba hecho para Camila López."





lunes, 16 de septiembre de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ : contra el viento del norte - daniel glattauer

En la vida diaria ¿hay lugar más seguro para los deseos secretos que el mundo virtual? Leo Leike recibe mensajes por error de una desconocida llamada Emmi. Como es educado, le contesta y como él la atrae, ella escribe de nuevo. Así, poco a poco, se entabla un diálogo en el que no hay marcha atrás. Parece solo una cuestión de tiempo que se conozcan en persona, pero la idea los altera tan profundamente que prefieren posponer el encuentro. Pero nada es tan sencillo como se podría pensar. ¿Sobrevivirían las emociones enviadas, recibidas y guardadas un encuentro «real»?


"AVISO DE CAMBIO DE DIRECCIÓN. EL DESTINATARIO YA NO PUEDE ACCEDER A SU CORREO. LOS MENSAJES NUEVOS SE BORRARÁN AUTOMÁTICAMENTE DE LA BANDEJA DE ENTRADA. EN CASO DE DUDA CONSULTE CON EL ADMINISTRADOR DEL SISTEMA"

jueves, 1 de agosto de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ: postales negras - dean wareham

En su libro de memorias, Dean Wareham -guitarrista y vocalista de Galaxie 500, Luna y Dean &Britta- narra los altibajos de su vida como músico, ofreciendo un retrato en primera persona de lo que significa formar parte de grupos que, si no superaron altas cotas de popularidad, sí alcanzaron cierto estatus de mito o 'de culto'. Wareham se adentra en los conflictos personales que llevaron a la desaparición de Galaxie 500, las giras dentro y fuera de Estados Unidos y la grabación de discos, así como abundantes y reveladores apuntes sobre su vida privada. Asistimos pues, a un viaje a través del paisaje del indie-rock, y los cambios que han afectado a la industria discográfica desde los años 80 hasta nuestros días. Un relato fascinante acerca de los sueños, tormentos y recompensas obtenidos a lo largo de más de 20 años de carrera, que ayudan a desmitificar la escena musical alternativa, con una narrativa clara, directa y muy sincera, pero también con un agudo sentido del humor.



"Estaba acostumbrado a los chicos de familia acomodada, pero no a los del instituto Dalton, que podían apellidarse Newhouse, Sulzberger, Redford y Ross. Eran chicos muy privilegiados. Dalton supuso un mundo nuevo para mí. Yo venía de una escuela primaria para chicos en la que llevábamos uniforme con pantalón corto y corbata, y jugábamos al cricket y al rugby. Aquí los chicos llevaban plumíferos Woolrich y naúticos de niños bien. Las chicas iban con pantalones de chándal reversible. Mi madre me compraba la ropa equivocada. Mis zapatillas tenían cuatro rayas en vez de tres. Esa raya de más era algo muy humillante."



"Regresé a Nueva York al terminar el verano, pero Anthony y yo nos seguimos intercambiando música. Me envío casetes de Joy Division y John Cooper Clarke. Yo le mandé el Crazy Rhythms de The Feelies. Este disco se publicó en 1980, cuando yo estaba en undécimo curso, y es otro disco perfecto que además cambiaría mi vida más adelante (aunque en aquel momento no lo sabía). Había leído sobre The Feelies en el Village Voice, una de las pocas fuentes de información sobre buena música. Por lo general, Roling Stone no prestaba mucha atención a los grupos punk y new wave. Puede que que años más tarde calificasen al disco de obra maestra, pero a finales de los setenta y principios de los ochenta, cuando tendrían que haberlo hecho, ignoraron la buena música."



" No ganamos el concurso. El jurado calificó a cada grupo basándose en cuatro criterios: presencia, canciones, técnica musical, e imagen. Quedamos los últimos en todas las categorías.(...) Fuimos los últimos en abandonar el Memorial Hall aquella noche. Habíamos quedado en último lugar, pero hacerlo en todas las categorías hizo que nos sintiésemos mejor. Nos quedamos allí hasta las dos de la mañana fumando cigarrillos y esperando a que viniese un taxi a ayudarnos con el equipo. Era divertido estar a esas horas en el histórico Memoriall Hall, a oscuras y completamente solos. Speedy and the Castanets era una basura. No teníamos talento ni futuro. Pero aún así nos creíamos el único grupo interesante del campus. ¿Qué importa si no sabíamos tocar? Teníamos algo mejor: nuestra arrogancia."



"No teníamos la más remota idea de cómo se hace una canción. Nuestra fórmula básica consistía en repetir la secuencia estrofa-estribillo durante un par de minutos y después dejar que la canción llegase donde quisiese, sin molestarnos en introducir un puente o volver de nuevo al estribillo. Más tarde, Kramer nos confesó que la primera vez que nos escuchó tocar los mismos acordes una y otra vez pensó que éramos retrasados."



"Kramer nos dijo que Kim Gordon y Thurston Moore de Sonic Youth habían escuchado nuestro disco durante su gira y también les había gustado. En 1988, esto era casi como ganar un premio cultural, algo digno de figurar en las páginas del NME. ¡El disco favorito del año de Thurston Moore! aunque Kim y Thurston también habían apoyado a Das Damen, y todo el mundo sabía que eran una basura."



"La noche siguiente volvimos al CBGB para telonear a B.A.L.L. y a Unrest. Neil Hagerty de Pussy Galore rondaba por la sala mientras probábamos sonido. No sé qué hacía en el CBGB a las cinco de la tarde, pero parecía que iba ciego de caballo. Tenía los ojos como alfileres y se quedó en un lateral del escenario mientras se rascaba la pierna y me hablaba de los pantalones de ante que se había comprado en la calle por cinco dólares. La verdad es que es muy buen precio para unos pantalones de ante."



"On Fire llegó al número seis de la lista indie del NME. No sé muy bien cómo hacían aquellas listas. Cada periódico tenía su propia lista independiente, en la que las posiciones variaban ligeramente con respecto a las otras. Eso sí, The Stone Roses siempre estaban en el número uno. De la misma forma que Oasis y Blur serían los niños mimados de la prensa inglesa años después, por aquel entonces los reyes eran The Stone Roses y Happy Mondays. El NME y el Melody Maker tenían claro que poner a estos grupos en portada se traducía en más revistas vendidas. Así que en todos los números salía uno de los dos. ¡STONE ROSES EN PARÍS! ¡HAPPY MONDAYS EN EL ESTUDIO! ¡IAN BROWN SE COMPRA UNA NUEVA CAMISETA! La verdad es que en todas las fotos salía con la misma camiseta, una con estampado de dólares. También ponía siempre la misma cara de bobo, con los labios fruncidos. Quizás un día se puso ante el espejo y decidió que era la mueca que le quedaba mejor. 

La prensa musical inglesa hablaba de los Happy Mondays y de The Stone Roses como si fuesen los cabecillas de una revolución cultural. En realidad, dicha revolución consistía en llevar pantalones bombachos y meterse mucho éxtasis. Puede que pareciese una revolución después de los años de Thatcher, pero no lo era. Como mucho, una moda pasajera. 

No nos podíamos quejar. A nosotros también nos ponían muy bien."



"En Nueva Zelanda, si en un restaurante te sirven un plato distinto al que habías pedido, te lo comes de todas formas. Nos han educado para no quejarnos, como si fuera la mejor de las virtudes: aguantar estoicamente sin protestar. Mis padres siempre me premiaban con elogios si no me quejaba (...). Por su parte, Damon y Naomi crecieron y se educaron en Manhattan, y estaban más acostumbrados a conseguir las cosas tal y como las querían. Damon siempre estaba dispuesto a montar una escena si algo no estaba a su gusto. A lo mejor hay que ser así. Damon siempre conseguía una habitación con vistas."



"Cuando lo dejas con tu novia, es muy habitual que no lo hagas por una razón en concreto. No das ningún motivo; como mucho dices algo poco preciso, que estás confuso o que no eres feliz. No dar ningún motivo solo puede significar una cosa: no quiero seguir teniendo una relación contigo. No es por mí; es por ti. Quiero seguir con mi vida sin que estés en ella. (...) ¿Tenían algo malo Damon y Naomi? Por supuesto que sí; mi terapeuta dice que toda persona tiene diez cosas malas. Yo también tengo muchas cosas malas. Algunos de mis mejores amigos están locos. Pero no importa, porque no tengo que viajar en furgoneta con ellos durante cinco semanas. Solo somos amigos. Damon y Naomi son gente encantadora, inteligente, artística y agradable. Me encantaba el estilo fluido y jazzístico de Damon a la batería y los bajos sencillos y melódicos de Naomi. Me gustaba la poesía de Damon y las pinturas en miniatura de Naomi. Pero me estaban volviendo loco. (...) Tenía cientos de razones, desde molestias pequeñas a problemas estructurales importantes dentro del grupo. En resumidas cuentas, lo dejé porque no podía dejar de pensar en dejarlo. Pensaba en ello al acostarme por la noche y al despertarme por la mañana. Así es como se sabe que tienes que hacer un cambio en tu vida: cuando el asunto te consume. La decisión se toma sola."



"Esto es lo que tienen las aventuras durante una gira, el riesgo al que se expone todo cantante de rock&roll: están sobrevaloradas. Inviertes mucha energía en ellas; y no discuto que sean excitantes y divertidas, te hacen sentir que estás vivo. Pero lo que viene después no es divertido. Es el precio de habértelo pasado tan bien. Al finalizar la noche tenía la autoestima por los suelos, un sentimiento de culpa insoportable y dudas sobre la clase de persona que era. ¿Por qué no podía ser mejor persona? ¿No me podía haber metido en un taxi nada más acabar el concierto?"



"Todos somos capaces de vivir en una gran mentira. O al menos yo lo soy. Al principio es difícil, aterrador incluso, pero te acabas acostumbrando. Más o menos."




"La muerte no es lo opuesto a la vida, sino parte de ella. Haruki Murakami, Tokio Blues. Me compré Tokio Blues antes de un viaje a Japón y nunca llegué a terminarlo, pero esa frase se me quedó grabada. Pensé que podía aplicarse a un grupo de rock&roll. También funcionaría como respuesta pretenciosa a la pregunta: ¿Por qué se separaron Luna?. Porque la muerte no es lo opuesto a la vida, sino parte de ella."


domingo, 28 de julio de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ: abierto toda la noche - david trueba

Crónica de una educación sentimental, las personas que habitan este libro sólo escuchan la voz de su corazón, mientras que la razón guarda un impasible silencio. Y así, el lector seguirá a los Belitre en una sucesión imparable de situaciones de altísimo comedia y negro melodrama, con Matías, un niño de doce años que sufre una misteriosa enfermedad mental, un abuelo que en medio de la demencia senil se entrega en cuerpo y alma a la poesía y la religión, y hasta una pareja de desamparados testigos de Jehová que encontrará su casa en la ternura de los Belitre.


"Amor era una palabra mayúscula para los Belitre. Por aquella idea, individualmente, eran capaces de justificar las mayores atrocidades. Estar enamorado era una razón de tal peso, que eliminaba cualquier culpa. No sabían, todavía, que el amor puede llegar a ser el más miserable de los sentimientos, el más cruel, egoísta y tirano. Un Belitre enamorado era una locomotora ciega, apasionada, que no obedecía a ninguna vía."



"- No busques en los libros lecciones que aprender -le decía a su nieto-. Los buenos libros tienen que hacerte daño, cambiarte la vida."



"Felisín bajó del taxi, sacó las maletas y las tiró al interior de un contenedor repleto de escombros. Volvió a subir y el taxista le miró con una mezcla de temor y dureza a través del retrovisor.

El taxista cruzaría de nuevo la ciudad, tras dejar a Felisín, para regresar al contenedor. Sin embargo, cuando llegó, las maletas estaban abiertas y la ropa saqueada. Se sintió decepcionado al no encontrar el cadáver descuartizado de alguna víctima. Un rato antes, una desvelada mujer lo había visto todo desde el balcón de su casa. Bajó a hurtadillas a la calle y tras ver el lujoso contenido se hizo con las prendas más valiosas y volvió a su casa. Al día siguiente, al mostrarle a su marido a la vuelta del trabajo un precioso traje malva y unos zapatos de ante, éste la emprendería a golpes con ella. Al asegurarle la mujer que lo había encontrado en la basura, el marido redobló sus golpes y gritos de puta. "Aquí el único que te hace regalos soy yo", juró haber oído un vecino. Desgarrado el vestido, descubrió la combinación negra y sugerente de Nicole y tras abofetearla con brutalidad la poseyó, sin caer en la cuenta, hasta más tarde, de que estaba muerta."



"El fracaso amoroso en el hombre provoca estados tragicómicos. Quien evita los clásicos remedios -alcohol, drogas, prostitución- se sumerge en un complicado estado depresivo. La gran crisis de la vanidad conduce a un bajón absoluto de defensas y a una irremontable tendencia a la molicie. He visto a hombres pasar semanas sin abandonar de hecho su cama en un intento de dormir para olvidar. He visto a hombres marcar todos los números femeninos de su agenda de teléfonos buscando ligar para olvidar. He visto a hombres volcarse en la literatura y la redacción de cartas como si escribir ayudara a olvidar. He visto a hombres gritar un nombre de mujer por la ventanilla de un coche a toda velocidad resueltos a vocear para olvidar. Todo ellos en una lucha sin cuartel, y perdida de antemano, por evitar la gran derrota de su ego. Los hombres utilizan a las mujeres para enamorarse de sí mismos por persona interpuesta."



"Había llegado la hora para el menor de los Belitre de regresar a su crítica de cine donde dar su versión de cómo debían ser las películas, ya que no era capaz de imponer su idea de cómo había de ser la vida."



"Pues claro que no hay que llorar por los vivos -proclamó el padre con una alegría inusual en él-. Mira, en los cementerios es donde menos muertos hay. Las tumbas están llenas de gente que sigue viva. En cambio, vete a un bar por la mañana temprano. Verás un montón de muertos."



"En el intento de perfeccionar a un ser humano, se corre el riesgo de crear un monstruo"

jueves, 18 de julio de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ: el mal de portnoy - philip roth

La imagen de Alexander Portnoy como una persona tranquila y sin mancha tiene su contrapunto: en la intimidad, su deseo sexual es insaciable. En un lúcido diálogo con su psicoanalista, Portnoy da rienda suelta a sus frustraciones y complejos, y considera las posibles causas de su “condición”: la atención sofocante de sus padres, las presiones impuestas por su herencia judía y su enorme dificultad para relacionarse con mujeres si no existe una motivación sexual. Una aguda visión de la cultura judía y sus costumbres y una crítica, en ocasiones hilarante, al desmoronamiento del sueño americano.


"Doctor, cómo, dígame cómo, cómo, ¿cómo es posible que una madre le saque un cuchillo a su propio hijo? Tengo seis, siete años, ¿cómo voy a saber que no va a clavármelo? ¿Qué voy a hacer, tratar de achantarle el farol, con siete años? No tengo ningún sentido de las complicaciones estratégicas, por amor de Dios: ¡es que no peso ni treinta kilos, seguramente! Viene y se pone a blandir un cuchillo delante de mí. ¿Qué es lo que yo pienso? Pienso que hay por ahí agazapada una intención de hacerme sangrar con él. Lo único es que ¿por qué? ¿Qué pensamientos puede haber en su cabeza? ¿Cómo de loca está? Supongamos que me hubiera permitido salirme con la mía. ¿Qué se habría perdido? ¿Por qué un cuchillo, por qué la amenaza de matarme, por qué le parece necesaria una victoria tan arrasadora?"



"Doctor, ¿de qué es de lo que tengo que liberarme: del odio... o del amor? Porque ni siquiera he empezado a mencionarle todo lo que recuerdo con placer, quiero decir con embeleso y con una amarga sensación de pérdida. Esos recuerdos que parecen, todos ellos, vinculados al tiempo que hacia y a la hora que fuese, y que se me ofrecen a la memoria con tal patetismo que por un momento me hacen no estar donde quiera que me encuentre, en el metro, en la oficina, cenando con alguna chica guapa, sino en lo más profundo de mi niñez, con ellos, con mi padre, y con mi madre. Estos recuerdos no son nada, prácticamente nada, y sin embargo, se me antojan momentos históricos tan esenciales para mi propio ser como el preciso instante en que me concibieron. Podría decirse que tengo en la memoria el choque del esperma de mi padre contra el óvulo de mi madre, y todo pro lo muy agradecido que estoy -sí, agradecido-, por como los amo, arrolladoramente, sin reserva alguna. ¡Sí, de mí hablo: arrollador y sin reserva alguna, es mi amor!"



"La sinagoga es su medio de vida, y eso es todo lo que hay que decir al respecto. Venir al hospital a soltar ocurrencias sobre la vida (sílaba por sílaba) a personas que están temblando dentro de sus pijamas de miedo a la muerte, es lo mismo que lo de mi padre vendiendo seguros de vida. Es lo que cada uno hace para ganarse la vida, y si quieres tenerle devoción a alguien, ténsela a mi padre, maldita sea, y hazle reverencias como se las haces a ese gordo hijo de puta que da risa verlo, porque mi padre sí que se mata a trabajar, sin tomarse por ello el manderecha de Dios. Y no habla con tantísimas sílabas. Qui-e-ro dar-les a us-te-dess la bie-en-ve-ni-daa aa es-ta si-na-go-gaaa. Dios, Diooooos, si estas ahí arriba, bañándonos en tu resplandor, ¿por qué no nos ahorras el modo de hablar de los rabinos? Mira, ¿por qué no nos ahorras la religión, aunque sólo sea en nombre de la dignidad humana?"



"- Mira -dice ella-, puede que yo no sepa quién soy, pero tú tampoco sabes quién quieres que sea. No te olvides de esto.

- Dabuten tía.

- ¡Soplapollas! ¿ Es que no ves lo que es mi vida? ¿Crees que me gusta no ser nadie? ¿Crees que me vuelve loca estar así de vacía? ¡Lo odio! ¿Odio New York! ¡Es que no quiero ni volver a pisar el estercolero ese! ¡Yo lo que quiero es vivir en Vermont! ¡Quiero vivir en Vermont contigo, y ser una persona mayor, a ver si averiguo lo que quiere decir ser una persona mayor! Quiero estar casada con alguien a quién pueda mirar con respeto. ¡Y admirar! ¡Y escuchar! -estaba llorando-. ¡Alguien que no trate de escacharrarme la cabeza! Mira Alex, me parece que te quiero. De verdad que me lo parece. Pero ¿de qué me sirve?

En otras palabras. ¿Me parecía a mí que la quería? Respuesta: no. Lo que pensé (esto le va a resultar divertido Doctor) no fue ¿la quiero?, ni tampoco ¿puedo quererla?, sino ¿debería quererla?"



"En seguida empezamos a hablar muy en serio sobre la humanidad. Su conversación esta repleta de eslóganes apasionados, no muy distintos  de los míos en la adolescencia. Una sociedad justa. La lucha común. Libertad individual. Una existencia productiva en lo social. Pero con qué naturalidad lleva el idealismo pensé. Sí, era como a mí me gustan las chicas: inocentes, buena, zaftig, sencilla y nada castigada. ¡Por supuesto! No quiero estrellas de cine ni maniquíes ni putas, ni una mezcla de las tres. No quiero vivir un derroche de fantasía sexual, ni quiero seguir viviendo esa fantasía masoquista en que he vivido, tampoco. No: quiero simplicidad, quiero salud, ¡la quiero a ella!"



ENTRELECTORES

lunes, 22 de abril de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ - la senda del perdedor - charles bukowski

La infancia, adolescencia y juventud de Henry Chinaski, en Los Ángeles, durante los años de la Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Un padre brutal que cada día finge acudir puntualmente al trabajo para que sus vecinos no sospechen que está en paro; una madre apaleada por el padre, que sin embargo está siempre de su parte; un tío a quien busca la policía; un mundo de jefes, de superiores aterrorizados por otros superiores. El joven Chinaski algo así como un hermano paria de Holden Cauldfiel, el dulce héroe de Salinger en The Catcher in the Rye (al que Bukowski parece aludir en el título original Ham on Rye), tiene que aprender las reglas implacables de una durísima supervivencia. En este libro inolvidable, escrito con una ausencia total de ilusiones, se transparenta, evitando la autocompasión, una estoica fraternidad con todos los chinaskis, todos los underdogs de la “otra América” de los patios traseros, los bares sórdidos, las oficinas de desempleo.


"Le oí coger la bandana de afilar. Todavía me dolía la pierna derecha. No servía de nada, habiendo sufrido antes la bandana antes muchas veces. El mundo entero estaba allí fuera indiferente a todo, pero no servía de nada. Había millones de personas ahí fuera, perros gatos, pájaros, edificio, calles, pero no importaba. Sólo estaba mi padre y la bandana de afilar, y por las mañanas temprano yo le odiaba con su cara blanca de espuma, de pie delante del espejo afeitándose. Entonces me pegó el primer golpe. El sonido de la bandana era plano y fuerte, el sonido era casi tan malo como el dolor. La bandana cayó otra vez. Era como si mi padre fuera una maquina golpeando con aquella bandana. Tenía el sentimiento de esta en una tumba. La bandana cayó otra vez y yo pensé que aquella seguramente era la última. Pero no lo era. Cayó otra vez. Yo no le odiaba. Simplemente no podía creérmelo, quería librarme de él. No podía llorar. Me sentía demasiado mal para llorar, demasiado confundido. La bandana cayó otra vez, luego se detuvo. Yo me puse de pie y esperé. Le oí colgar la bandana.

-La próxima vez -dijo-, no quiero encontrar ni una hoja.

Le oí salir del baño. Cerró la puerta. Las paredes eran hermosas, la bañera era hermosa, el lavabo y la cortina de la ducha eran hermosos, hasta el water era hermoso. Mi padre se había ido."



"- Acabo de examinar a una joven con acné vulgaris. Su espalda estaba cubierta de granos. Ella lloró y me dijo: "¿Cómo podré jamás ligarme a un hombre? Mi espalda quedará marcada para siempre. Quiero suicidarme." ¡Y ahora mirad a este tipo! Si ella pudiera verlo, sabría que no tenía razón para quejarse.

Gilipollas de mierda, pensé, ¿no te das cuenta de que estoy oyendo lo que dices? ¿Cómo llegó este tipo a ser doctor? ¿Es que aceptan a cualquiera?

- ¿Está el paciente dormido?

- ¿Por qué?

- Parece muy tranquilo.

- No, no creo que esté dormido. ¿Estás dormido chaval?

- Sí."



"Me golpeó de nuevo. Pero las lágrimas no se produjeron. Mis ojos estaban extrañamente secos. Pensé en matarle. Debía de haber algún modo de matarle. En un par de años podría darle muerte a golpes. Pero lo deseaba en ese momento. El era un don nadie. Yo debía de ser un niño adoptivo. Me golpeó de nuevo. El dolor aún persistía, pero el miedo se había desvanecido. La correa atizó de nuevo. La habitación ya no se desvanecía entre brumas. Podía verlo todo con claridad. Mi padre pareció observar alguna diferencia en mí y me azotó con más fuerza, una y otra vez; pero cuanto más golpeaba, menos sentía. Parecía casi como si fuera él el que se sintiera impotente. Algo había ocurrido, algo había cambiado. Mi padre, jadeante, se detuvo y oí cómo colgaba la correa. Anduvo hasta la puerta y yo giré.

- Oye -dije.

Mi padre dio la vuelta y me miró.

- Dame un par más - le dije-, si es que eso te hace sentirte mejor.

- ¡No te atrevas a hablarme de ese modo! -replicó.

Le observé y vi pliegues de carne bajo su barbilla y en torno al cuello. Vi tristes arrugas y surcos. Su rostro tenía el color rosa de la masilla ajada. Estaba vestido con su ropa interior y su vientre abultado creando arrugas en su camiseta. Sus ojos ya no poseían fiereza, sino que parecían vacuos y evitaban los míos. Algo había ocurrido. Las toallas del baño lo sabían. La cortina de la ducha lo sabía, el espejo lo sabía, la bañera y el retrete lo sabían. Mi padre se giró y salió por la puerta. Él lo sabía. Era mi última paliza. Al menos proveniente de él."



"De acuerdo, Díos, dime que estás ahí realmente. Tú me has metido en este lío. Quieres probarme. Supón que te pruebo yo a Ti. Supón que yo digo que no estás aquí. Tú me has dado una prueba suprema con mis granos y mis padres. Creo que he aprobado tu examen. Soy más duro que Tú. Si ahora mismo bajaras hasta aquí, escupiría Tu cara, si es que tienes una cara. ¿Y también cagas? El cura jamás me contestó a esa pregunta. Nos dijo que no dudáramos. ¿Dudar qué? Creo que Tú ya me has estado dando la coña mucho rato, así que te pido que bajes hasta aquí para que pueda ponerte a prueba. Esperé. Nada. Esperé a Dios. Esperé y esperé. Creo que me dormí."



"-¿Qué es eso? ¿Estoy viendo una luz? Henry ¿has apagado tu luz?

Rápidamente bajaba de nuevo las mantas y esperaba hasta que oía roncar a mi padre. Turgueniev era un tipo muy serio, pero podía hacerme reír porque el encontrar una verdad por primera vez puede ser muy divertido. Cuando la verdad de alguien es la misma que la tuya y parece que la está contando sólo para tí... eso es fantástico. Leía libros por la noche, de ese modo, bajo las mantas y con la sobrecalentada lamparilla. Leer todos esos buenos párrafos mientras te sofocabas... era hechizante."



"Jim estaba salpicando a las chicas. Era el Rey Acuático y todas le adoraban. Era la posibilidad y la promesa. Era un tío grande. Sabía como montárselo. Yo había leído muchos libros pero él había leído uno que yo no conocía. Era un artista, con su pequeño bañador y sus pelotas y sus orejas redondas y su traviesa sonrisa. Era el mejor. No le podía desafiar (...). Yo era una mierda de 50 centavos flotando en el verde océano de la vida. Observé como salían del agua, relucientes, jóvenes e invictos. Quería que me quisieran. Pero nunca por piedad. Y, sin embargo, a pesar de sus cuerpos y mentes aterciopelados y vírgenes, se perdían algo de la vida porque no habían sido puestos a prueba aún. Cuando la adversidad alcanzara sus vidas posiblemente llegara demasiado tarde o fuera demasiado poderosa. Yo estaba preparado. Quizás. Observé como Jim se secaba con la toalla de una de las chicas. Mientras miraba, un niño cualquiera de unos cuatro años se acercó, cogió un puñado de arena y me lo tiró a la cara. Luego se quedó frente a mí, feliz, con su boca enarenada fruncida en un gesto de victoria. Era una osada y pequeña mierda. Con el dedo índice hice señas para que se acercara. ¡Acércate!¡Acércate!. Permaneció en su sitio. El cabroncete me miró, se dio la vuelta y salió corriendo. Tenía un culo estúpido. Dos nalgas con forma de pera que oscilaban como si estuvieran desunidas. Mejor, otro enemigo que desaparecía."



"Los padres de los chicos ricos solían ser más patrióticos porque tenían más que perder si el país se hundía. Los padres pobres eran bastante menos patrióticos, y a menudo solo lo profesaban porque los habían educado así o era algo que se esperaba de ellos. Subconscientemente sabían que no les iría peor si los rusos, o los alemanes, o los chinos, o los japoneses gobernaran el país; sobre todo si tenían la piel oscura. Las cosas incluso podrían mejorar."



ENTRELECTORES

sábado, 16 de marzo de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ: cosas que los nietos deberían saber - mark oliver everett

En Inglaterra, este libro «fue recibido como el mejor libro de autoayuda que no intenta ayudar a nadie pero que lo consigue sin proponérselo». Eso es lo que afirma Rodrigo Fresán, autor del prólogo. Mark Oliver Everett, el llamado Kurt Vonnegut del rock independiente, líder y cerebro de la banda Eels, es hijo del físico cuántico Hugh Everett, que inventó la teoría de los mundos paralelos y en ellos se perdió cuando E, como también se conoce al autor de este libro, tenía 19 años. Con el cadáver del padre iba a empezar un ciclo de desgracias que culmina en una rara y preciosa autobiografía musical, y es que la desgracia siempre dio mejores historias... Al igual que en sus temas musicales, E nos habla de la vida contando historias sobre la muerte, y nos ofrece un poso de esperanza tras la tragedia.


"Conducía por la negrísima noche de Virginia sobre la cinta de asfalto perfectamente plana que en otra época había ocupado la vía del tren. Cuando llegué al puente elevado que cruza la cañada, me puse a pensar en los detalles de la noche en la que acabaría despeñándome por él. Estaba convencido que no viviría hasta cumplir los dieciocho, y por eso no me había molestado nunca en hacer planes de futuro. Los dieciocho habían llegado y pasado hacía un año, y yo seguía respirando. Y las cosas iban a peor."

"No se que sucede cuando morimos, y no cuento con descubrirlo antes de palmarla. Seguramente no pasa nada, pero nunca se sabe. De momento sigo vivo, y he acabado por entender que algunos de los peores momentos de mi vida han desembocado en algunos de los mejores, así que no soy de los que devora con avidez el melodrama ajeno. Cada día es cada día, y punto."

"Puede que no me guste tanto la gente como al resto del mundo. Parece que la raza humana está enamorada de sí misma. ¿Qué clase de ego hace falta para llegar a creer que has sido creado a imagen y semejanza de Dios? A ver, sacarse de la manga eso de que dios debe ser como nosotros... por favor. Stanley Kubrick lo expresó muy bien: el descubrimiento de vida inteligente fuera de la Tierra sería catastrófico para el hombre por el simple motivo de que ya no seriamos capaces de considerarnos el centro del universo. Supongo que me estoy convirtiendo poco a poco en uno de esos viejos cascarrabias que creen que los animales son mejores que las personas. También es verdad que de vez en cuando hay gente que me sorprende positivamente y acabo incluso enamorándome de ella, así que... Es lo que hay."

"A mí me pasa una cosa, y es que cuando veo algo que no debo hacer me siento obligado a hacerlo. Dependiendo del momento, puede ser divertido o una pesadilla. Como en una clase de ciencias salida de madre, con los niños de séptimo chillando y corriendo en círculos, con los mecheros Bunsen escupiendo llamas. No fui capaz de controlarla. Otra vez mandé a un chico a la sala de profesores para que me trajese un café y volvió con una nota del director pidiéndome que fuese a verle. Por lo visto, no se puede enviar a los alumnos a por café. Mira que habían pasado años, y aún me enviaban al despacho del director."

"Ésas son las cosas que impiden que los momentos más negativos de mi vida me hundan del todo. Si resulta que este tipo de cosas no sólo son posibles sino que pasan de verdad, ¿cómo puedo ser tan cínico? Yo, un crío de lo más ingenuo, había salido de casa de mi madre en Virginia para ver si era capaz de hacer algo con su música en el otro extremo del país, sin tener ni pajolera idea de si tenía posibilidades ni de en qué me estaba metiendo. Y algo estaba pasando. Estaba a punto de unirme a ese reducido grupo de afortunados que pueden hacer lo que quieren porque quieren... y encima me iban a pagar."

"A lo largo de mi vida ha quedado demostrado que, si estoy en una habitación y en esa habitación hay una persona capaz de convertir mi vida en un infierno, la encontraré enseguida, desearé que se ponga a hablar conmigo, me sentiré como si hubiese encontrado la pieza que faltaba a mi puzzle, empezaré a fantasear y a ver imágenes de los dos despertándonos juntos, de nuestros hijos, de nuestras tumbas contiguas dentro de cincuenta años, y encima creeré que eso es lo que quiero. Por algún motivo que desconozco, Dios ha hecho que las mujeres que me atraen estén todas locas. Pero como resulta que no creo en Dios, imagino que en realidad es una de esas circunstancias de la vida que algo tienen que ver con la forma en que me crié. La gente con la que trabajaba se refería a veces a cierto tipo de mujeres como chicas para E. Así de grave era la cosa.(...) En defensa de todas ellas tengo que decir también que no soy una persona con la que resulte fácil convivir. Bueno, en cierto modo sí que lo soy, una vez se acepta que siempre estoy trabajando en algo y que si no estoy trabajando tiendo a encerrarme en mí mismo mientras rumio nuevas ideas. Hay que ser una persona muy segura de sí misma para vivir con alguien así, y probablemente he estado enfocándolo mal todos estos años al intentar emparejamientos imposibles. Les guardo mucho cariño a todas mis locas, y no lamento ninguna de las experiencias compartidas con ellas (bueno, casi ninguna. Algunas fueron verdaderamente terribles). A todas esas locas a las que he querido: muchas gracias, pero ahora estoy demasiado cansado."

"Un día estábamos a medio concierto y entre canción y canción oí una vocecita penetrante que repetía: ¡Sé que eres Batman!. Miré al foso y en primera fila, con la mirada clavada en mí, vi a Perry Farrel, fundador de Lollapalooza, con una botella de tinto en una mano. Me miró y volvió a repetir: ¡Sé que eres Batman! Han pasado muchos años y sigo sin saber por qué soy Batman. Las cosas eran cada vez más extrañas. La muerte de Liz se había producido al mismo tiempo que todo aquello, y eso me daba una perspectiva diferente de todo el asunto. Tenía una visión más amplia, más general de las cosas, y pese a que en ese momento tenía lo que siempre había soñado (la música era mi vida) tenía que ser capaz de mantener la cabeza fría y pensar en lo que de verdad quería obtener con aquel circo"

"Quizá yo también exagero, porque soy muy consciente de que la música me salvó la vida. ¿Dónde estaría ahora si no hubiese podido concentrarme en ella? Seguramente en el mismo universo paralelo hacia el que partió mi hermana para reencontrarse con mi padre. Lo que quiero decir es que me tomo la música muy en serio."

"Durante algún tiempo imité la práctica del menú sorpresa y me dediqué a pedir a camareros y camareras que me trajesen cualquier cosa del menú. Me parecía una buena manera de recordarme a mí mismo que no puedes saber nunca lo que se puede esperar de la vida. A veces te sale el tiro por la culata y te sirven algo que no te gusta nada, pero casi siempre acabé comiendo algo que normalmente no habría pedido nunca y que me encantó."

"Grabo mi parte en dos pistas de la grabadora y dejo otras dos para que las use Tom con la suya. Le envío la cinta con instrucciones muy precisas sobre lo que quiero que haga. Él hace caso omiso de mis instrucciones, borra por error la pista en la que yo canto y me devuelve una cinta en la que patea por su cuarto de baño chillando y llorando como un bebé. A Tom Waits no se le dice lo que tiene que hacer."

"Vuelvo a pensar en lo que dijo mi padre pocos días antes de morir, que había vivido una buena vida, y me doy cuenta de que me siento igual que él. Menuda vida he vivido. He sobrevivido a las malas rachas y disfrutado de las buenas. En serio, gente. Ahora es cuando de verdad vivo"

viernes, 1 de marzo de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ: frédéric beigbeder - 13,99 Euros

Novela cruel, panfleto insolente y alegato contra la manipulación consumista, 13´99 euros se convirtió en un auténtico fenómeno de masas en Francia, uno de los mayores best-sellers de los últimos años. Esta novela describe el maravilloso mundo de la comunicación moderna: un mundo en el que se gastan miles de millones para despertar entre personas que no pueden permitírselo el deseo de comprar cosas que no necesitan. Es un libro sobre nuestra sociedad, la vuestra, la mía, la que yo mismo contribuí a forjar durante mis diez años de presencia en las agencias de publicidad, la que todos hemos dejado crecer por despecho.

"Esta noche he soñado que me ahogaba. Me he visto a mí mismo hundiéndome, acariciando las rayas, con los pulmones llenos de agua. A lo lejos en la playa, una hermosa mujer me llamaba. No podía responderle porque tenía la boca llena de agua salada. Me ahogaba pero no pedía auxilio. Y, a mi alrededor, todo el mundo hacía lo mismo. Todos los bañistas se hundían sin pedir auxilio. Creo que ha llegado el momento de dejarlo todo, ya que no sé cómo mantenerme a flote. Todo es provisional y todo se compra. El hombre es un producto como cualquier otro, con fecha de caducidad. Ésta es la razón por la cual he decidido jubilarme a los treinta y tres años. Dicen que es la edad ideal para resucitar."

"Me llamo Octave y llevo ropa de APC. Soy publicista: eso es, contamino el universo. Soy el tío que os vende mierda. Que os hace soñar con esas cosas que nunca tendréis. Cielo eternamente azul, tías que nunca son feas, una felicidad perfecta, retocada con el Photoshop. Imágenes relamidas, música pegadiza. Cuando, a fuerza de ahorrar, logréis comprar el coche de vuestros sueños, el que lancé en mi última campaña, yo ya habré conseguido que esté pasado de moda. Os llevo tres temporadas de ventaja, y siempre me las apaño para que os sintáis frustrados.(...) En mi profesión, nadie desea vuestra felicidad, porque la gente feliz no consume."

"No existe modo alguno de escapar. Todos los cerrojos están echados, entre las más amplias de las sonrisas. Os tienen atrapados con créditos que hay que devolver, plazos mensuales, alquileres que pagar. ¿Sentís un impulso de protesta? Millones de parados esperan para ocupar vuestro lugar. Protestad tanto como queráis, Churchill ya encontró la respuesta: dijo es el peor sistema con excepción de todos los demás. El que avisa no es traidor. No dijo el mejor sistema; dijo el peor."

"De noche al regresar a mi gigantesco apartamento, a veces me costaba conciliar el sueño pensando en los indigentes sin hogar. En realidad era la coca lo que me mantenía despierto. Su sabor metálico me subía a la garganta. Me masturbaba en el cuarto de baño antes de tragarme un Stilnox. Me despertaba hacia el mediodía. Ya no tenía mujer. Creo que en el fondo, solo deseaba hacer el bien a mi alrededor. No fue posible por dos razones: porque me lo impidieron, y porque abdiqué. Las personas movidas por las mejores intenciones siempre son las que acaban convirtiéndose en monstruos. Hoy sé que nada va a cambiar, es imposible, es demasiado tarde. No se puede luchar contra un adversario omnipresente, virtual e indoloro. Contradiciendo a Pierre de Coubertain, yo diría que en la actualidad lo importante es no participar. Hay que desaparecer como Gauguin, Rimbaud o Castaneda, eso es todo. Marcharse a una isla desierta, cultivar tu plantación de marihuana esperando únicamente estar muerto cuando llegue el fin del mundo. Las marcas han ganado la World War III contra los humanos."

"(...)la gran pregunta de este siglo es ésta, en nuestro mundo aterrorizado por el paro y organizado en el culto al trabajo: ¿POR QUÉ TE HAS DESPEDIDO?.(...) Luchamos para alcanzar la categoría CI (Contrato Indefinido). Y si abandonamos nuestro trabajo, en cualquier momento, allí, en la isla salvadora, entre putas con cocaína hasta las cejas, correremos el riesgo de ver rebotar sobre la playa una enorme bola blanca, encargada de hacernos regresar al despacho vociferando: ¿POR QUÉ TE HAS DESPEDIDO?"

"Al principio la tomaste sólo para probar, de manera ocasional, más adelante para sentirte un poco más canalla los fines de semana. Más tarde, para intentar volver a divertirte, entre semana. Y finalmente, te olvidaste de que servía para divertirse, te limitaste a tomarla cada mañana para quedarte igual, y te entran ganas de cagar cuando la cortan con laxante, y se te irrita la nariz cuando la cortan con estricnina. Pero no te quejas: si no esnifaras, te verías obligado a hacer puenting enfundado en un traje de color verde fluorescente, o a patinar con unas grotescas rodilleras, o a practicar el karaoke en un restaurante chino, o el racismo con unos skinheads, o la gimnasia con viejos adonis, o las quinielas en solitario, o el psicoanálisis con un diván, o el póquer con unos fulleros, o Internet, o el sadomasoquismo, o un régimen de adelgazamiento, o el whisky de apartamento, o la jardinería, o el esquí de fondo, o la filatelia urbana, o el budismo burgués, o el multimedia de bolsillo, o el bricolaje en grupo, o las orgías anales. Todo el mundo necesita actividades para, en teoría, desestresarse, pero te das perfecta cuenta de que, en realidad, la gente no hace más que defenderse."

"Para ti no existe nada más romántico que ir de putas. Sólo los seres realmente sensibles necesitan pagar para no arriesgarse a sufrir."

"Pasados los treinta, todo el mundo se blinda: después de algunas decepciones amorosas, las mujeres rehuyen el peligro, salen con viejos imbéciles que las tranquilizan; los hombres ya no desean querer, prefieren tirarse a lolitas o a putas; todo el mundo se protege con un caparazón; uno no quiere volver a sentirse nuca más ridículo ni desgraciado. Echas de menos la edad en el que el amor no causaba dolor. A los dieciséis años, salías con chicas y las dejabas o ellas te dejaban a ti sin problemas, en dos minutos, asunto liquidado. ¿Por qué más adelante todo pasó a ser tan importante?"

"En tu trabajo circulan muchas informaciones: así es como accidentalmente te enteras de la existencia de lavadoras irrompibles que ningún fabricante se atreve a poner en el mercado; de que un tipo inventó unas medias que no sufren carreras pero que una importante marca de pantis le compró su patente para destruirla; de que el neumático no pinchable permanece cerrado bajo llave (a costa de miles de accidentes mortales cada año); de que el lobby del petróleo hace todo lo que está en sus manos para retrasar la expansión del automóvil eléctrico; de que incluso el dentífrico es un producto inútil, ya que toda la higiene dental radica en la acción de cepillárselos;(...) de que el papel de aluminio está más contaminado que el amianto; de que la fórmula de las cremas solares no ha variado desde la guerra, pese al recrudecimiento de los melanomas malignos; de que las campañas publicitarias de Nestlé para distribuir leche en polvo entre los recién nacidos del Tercer Mundo han supuesto millones de muertos (los padres mezclaron el producto con agua no potable)."

"Con todas estas cosas que te pertenecen, y la vida confortable que llevas, lógicamente estás obligado a ser feliz. ¿Por qué no lo eres? Por qué hundes sin cesar tu nariz en la farlopa? ¿Cómo se puede ser infeliz con 2 millones de euros en la cuenta bancaria? ¿Si tú estás abajo de todo, entonces, ¿quién está arriba?"

"Durante la ausencia de Octave, Odile fue contratada como becaria en prácticas y redactora. Sólo le gustan el dinero y la fama, pero finge ser una ingenua. Todas las chicas de hoy hacen lo mismo: mantener la boca entreabierta y los ojos embobados como Audrey Marnay en una serie fotográfica de Terry Richardson. En la actualidad el colmo del arribismo consiste en fingir inocencia."

"El problema del hombre moderno no radica en su maldad. Al contrario, en general, y por razones prácticas, prefiere ser bueno. Simplemente odia aburrirse. El aburrimiento le horroriza, cuando en realidad no existe nada más constructivo y saludable que una buena dosis de cotidiana de tiempo muerto, de instantes mortalmente aburridos, de muermo intenso, solo o en compañía. Octave lo ha comprendido: el auténtico hedonismo es el aburrimiento.(...) El mundo es irreal, salvo cuando es mortalmente aburrido."

"Y ya está, te besa por última vez y tú dejas escapar su grácil muñeca. Dejas que se vaya porque tú dejas que todo el mundo se vaya. La dejas escapar hacia la carrera de superstar que todos conocéis. Un segundo después de que haya cerrado la puerta, empieza la nostalgia de todos los segundos precedentes."

ENTRELECTORES

sábado, 5 de enero de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ: algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer - david foster wallace

“Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer” es un diario periodístico, escrito con una prosa más literaria que informativa, que analiza día a día y actividad a actividad la semana que David Foster Wallace pasó en un crucero de lujo por el Caribe en calidad de periodista de incógnito. El escritor no llega a involucrarse en el grupo de pasajeros que se embarca en el crucero compartiendo la misma ilusión infantil, porque ésta le produce verdadera repugnancia, asco, como deja patente en el análisis que hace del pasaje y la tripulación. No deja títere con cabeza.
Escritos durante la década de 1990, los ensayos y artículos de “Algo supuestamente divertido que nunca volveré a hacer” constituyen una de las radiografías más irreverentes e hilarantes de la cultura americana de fin de milenio. Las subculturas televisivas, las entretelas del deporte de élite, la vida salvaje y surreal en el Medio Oeste o el turismo de lujo en el Caribe son algunos de los fenómenos que David Foster Wallace describe desde una perspectiva donde se entremezclan la familiaridad, el asombro y una mordacidad descabellada. En estos textos, publicados originalmente en revistas como Harper’s o Variety , el autor consigue dar una vuelta de tuerca inédita en la literatura norteamericana: aunar una capacidad analítica deslumbrante con una visión satírica corrosiva y la imaginación narrativa alucinante que conocemos de su ficción. Como un Guía de Fin de Milenio escrita a cuatro manos por Nathanael West y Don DeLillo. Como muchos de los trabajos de Wallace, el ensayo es muestra de un estilo de escritura con bríos, con un excesivo uso de comentarios a pie de página a lo largo del escrito para recalcar algunas cosas.

"He regateado por baratijas con niños desnutridos. Ahora conozco todas las razones y excusas imaginables para que alguien se gaste tres mil dólares en un crucero por el Caribe. Me he mordido el labio y he rechazado hierba jamaicana a un jamaicano de verdad.(...) He oído -y no puedo describirla- música reggae de ascensor. He aprendido lo que es tenerlo miedo a tu propio lavabo. Me he acostumbrado al movimiento del barco y ahora me gustaría desacostumbrarme. He probado el caviar y he estado de acuerdo con el niño sentado a mi lado en que es apestoso. Ahora entiendo el término Libre de Impuestos. Ahora conozco la velocidad máxima de un crucero en nudos.(...) He oído a gente en hamacas decir con total sinceridad que lo peor no es el calor, sino la humedad."

"Siempre hay parejas en este folleto, y cuando las fotografías son de grupos, siempre son grupos de parejas. Nunca encontré ningún folleto de Cruceros para solteros, pero mi mente se repliega solamente de imaginarlo. El primer sábado por la noche hubo una fiesta llamada Que se junten los Solteros en la Disco Scorpio de la cubierta 8 del Nadir; tras una hora de autohipnosis y control de la respiración, conseguí reunir el valor para ir, pero incluso aquella fiesta estaba formada por un 75 por cierto de parejas establecidas, y los pocos solteros con menos de setenta años teníamos todos un aspecto lúgubre y autohipnotizado, y todo aquello era como para cortarse las venas, y me batí en retirada al cabo de media hora porque aquella noche estaba programado Parque Jurásico en la tele y yo no había visto la programación entera y no sabía que Parque Jurásico iba a ser emitida varias docenas de veces durante la semana siguiente."

"Por lo visto la bromita de costumbre de Mona en los Cruceros de Lujo es mentir al camarero y al maître diciendo que el jueves es su cumpleaños, de manera que en la cena formal del jueves consigue banderitas y un globo en forma de corazón atado a su silla y un pastel para ella sola y todo el personal del restaurante sale, forma un círculo y le canta. Su verdadero cumpleaños, tal como me informa el lunes, es el 29 de julio, y cuando le digo que el 29 de julio era también el cumpleaños de Benito Mussolini la abuela de Mona me dirige una mirada sepulcral, pero a Mona le excita la coincidencia, al parecer porque confunde los nombres Mussolini y Maserati."

"Casi todo el mundo ha venido al Nadir en pareja y cuando caminan durante la marejada suelen apoyarse en sus parejas como si fueran novios adolescentes. Es evidente que les gusta hacerlo: las mujeres tienen un truco consistente en agarrarse fuerte a los novios y acurrucarse al caminar, mientras que los hombres enderezan la espalda, ponen la cara seria y salta a la vista que se sienten peculiarmente fuertes y protectores. Un Crucero de Lujo 7NC está lleno de estos momentos inesperadamente románticos como intentar ayudarse mutuamente cuando el barco se bambolea: uno se da cuenta de por qué a las parejas ancianas les gusta ir de crucero."

"Esto está relacionado con el fenómeno de la Sonrisa Profesional, una pandemia nacional en la industria de los servicios. Y en ninguna parte he recibido tantas sonrisas profesionales como en el Nadir. Ya conocen esa sonrisa, esa sonrisa que no llega a los ojos del que sonríe y que no significa nada más que un intento calculado de adelantarse a los intereses del que sonríe fingiendo que le cae bien el objeto de la sonrisa. ¿Por qué los empresarios y gerentes obligan a los profesionales de los servicios a irradiar la Sonrisa Profesional?¿Soy el único consumidor en quien dosis elevadas de esa sonrisa producen desesperación?¿Soy la única persona que está segura de que el número creciente de casos en que gente de aspecto totalmente ordinario aparecen con armas automáticas en centros comerciales, oficinas de seguros, complejos médicos, y McDonalds guarda alguna relación causal con el hecho de que estos lugares son centros notorios de difusión de la sonrisa Profesional? ¿A quién creen que engañan con la Sonrisa Profesional? Y sin embargo, ha llegado un momento en que la ausencia de Sonrisa Profesional también causa desesperación.(...) Menudo jaleo coño."

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