domingo, 14 de noviembre de 2010

hora zulu - sala live madrid : LOS CLÁSICOS (de uno mismo) NUNCA MUEREN

Ocho años han pasado desde que "Me duele la boca de decirlo" sonase por primera vez en mis oídos. Ocho años en los que las cosas han cambiado. El género de moda en aquellos años, el Nu Metal, se fue como vino, y solo los grupos que ofrecían algo más, los que de verdad tenían personalidad, sobrevivieron. Pasó allí en USA, y paso aquí, en nuestro país. Allí a los Korn, Limp Bizkit, Papa Roach, Linkis Park, Ill Niño…Tuvieron que morir o hibridar, y pese a ello, los que lo hicieron no consiguieron que la crítica volviese a estar de su lado. Frente a ellos una banda como Deftones se ha erigido como la gran vencedora, si no en cuanto a ventas, sí en lo que a credibilidad de un discurso se refiere. Sonado del mismo modo, o al menos de forma similar, la banda de Sacramento siguen contando por victorias cada nuevo disco que publican, siendo además las críticas de prensa y público muy positivas. Se trataba sin duda de la banda con mayor personalidad de toda esa generación, y de ahí que hayan continuado adelante con la cabeza bien alta.
Por su parte, en este país nuestro, la oleada nu metalera no fue tan brutal, pero si que a nivel underground surgieron infinidad de bandas alrededor de dicho género. Sugarless, XXL, Xkrude, Coilbox, Kannon, NdNo... y muchos más grupos que igual que surgieron, al cabo de dos o tres discos, desaparecieron. De todo aquello la banda granadina que ocupa este post fueron los grandes triunfadores. Y es que seguramente el nunca formar parte íntegra de la etiqueta numetalera les vino muy pero que muy bien. Sus riffs y solos de guitarra han andado siempre más cerca del trash que del "chandal", y aunque su vocalista rapeara, no era Aitor Velazquez el prototipo de frontman rapmetalero. Con su estilo personal más cercano al punk que a otra cosa, Velázquez es uno de sus líderes carismáticos a los que los amas u odias. Su estilo vocal monótono y machacón no entra fácil a todo el mundo, pero si conectas con él y haces tuyas sus corrosivas letras llenas de ironía y sarcasmo, da por seguro que quedarás enganchado a un personaje único como él mismo. Si a todo ello unes esa vertiente andaluza que en muchos temas impregna la música de la banda, te queda un cocktail tan particular y bien construido que da forma a una formación que ni las modas ni el paso de los años podrá destruir.

Ayer Sábado 13 los que nos pasamos por la Sala Live del madrileño barrio de Carabanchel pudimos comprobar como Hora Zulu siguen siendo una apisonadora. Con cuatro discos a sus espaldas el grupo está tan establecido que se puede permitir girar por toda la península sin el pretexto de un nuevo disco, y aun así ir llenando una tras otra salas de tamaño considerable. Cuando esto ocurre es que un grupo ya está implantado y que ha encontrado su sitio en la escena musical, y sin duda una de los secretos para lograrlo es tener un directo como el que los andaluces han mostrado siempre. Hora y medio de bolo repasando todos sus discos a toda pastilla, pero haciendo especial mención a su elogiada y carismática primera obra "Me Duele La Boca De Decirlo" (disco del cual interpretaron casi todos los temas), es decir tocando lo que la gente quiere ver y escuchar("Tango", "De Buena Mañana", "Golpes De Pecho", "Yonki Supastar", "Tientos", "Tanto Que Perdí", "Lluevan Flores", "De-Que-rer-ser", "Coplas De Negra Inquietud", "Camarada", "Toma Y Obliga"...). Si a esto le unimos el buen humor desprendido por Aitor durante todo el concierto, la reincorporación del segundo guitarra Ernesto Cabello a la ya clásica formación, y un cierre con "Agua De Mayo", "A ver Si Me Entiendes" y "Andaluz de Nacimiento", tenemos un nuevo concierto para enmarcar de una de esas bandas que podremos crecer, podremos domesticarnos, podremos relajar nuestros gustos, pero que siempre conseguirán, aunque sea por un día, hacernos sentir Zulus una vez más.