jueves, 30 de diciembre de 2010



"- ¿Te gusta la soledad? -Apoyó la mejilla sobre la palma de su mano-. ¿Te gusta viajar solo, comer solo, sentarte en clase solo, apartado de la gente?

- A nadie le gusta la soledad.Pero no me interesa hacer amigos a cualquier precio. No estoy dispuesto a desilusionarme -aclaré-."




"- No era tu admirado Scott Fitzgerald quién decía que uno no puede fiarse de las personas que se tienen por personas corrientes? Tu me dejaste el libro -soltó Naoko sonriendo con malicia.

- Es verdad - admití-. Paro lo mío no es una pose. Estoy convencido de ello. Soy una persona corriente. ¿Tú ves algo en mí que no sea corriente?

- ¡Por supuesto! -exclamó Naoko atónita-. ¿Por qué crees que me acosté contigo?¿Pensabas que estaba borracha y que me fui a la cama contigo como podía haberlo hecho con cualquiera?

- No . dije.

Naoko enmudeció y clavó la vista en sus pie. Yo, sin saber qué decir, tomé un sorbo de vino."




"La mayoría de chicos en esta universidad son unos idiotas. viven temblando de miedo de que los dem´s se den cuenta de que no saben algo. Todos leen los mismos libros, dicen las mismas cosas, todos se emocionan escuchando a John Coltrane y viendo películas de Pasolini. ¿Es esto la revolución?"




"-Lo fundamental es no impacientarse. Éste es otro consejo que te doy. No te precipites. Aunque las cosas estén tan intrincadas que no sepas cómo salir del paso, no debes desesperarte, no debes perder la paciencia y tirar de un hilo antes de la cuenta. Hay que desenredarlos uno a uno, hay que tomarse todo el tiempo necesario.

-Eso hare

-Pero quizá tarde mucho tiempo y es posible que no se recupere del todo. ¿Eres consciente de eso?

Asentí.

-Esperar es duro -Reiko siguió botando la pelota-. Especialmente para una persona de tu edad. Esperar días y días a que ella se cure sin poder hacer nada... En esto no hay plazos ni garantías. ¿Crees que puedes hacerlo? ¿Tanto quieres a Naoko?

-No lo sé -reconocí honestamente-. LA verdad es que no sé muy bien qué significa amar. Y menos a Naoko. Pero quiero hacer todo lo que esté en mi mano. Si no, no sabré lo que es vivir sin ella. Como has dicho hace un rato, Naoko y yo debemos ayudarnos, éste es el único camino para salvarnos.(...)

-Lo único que quería advertirte es que no te consumas de forma antinatural. ¿Me comprendes? Sería una lastima. Los diecinueve y veinte años son un periodo fundamental en la vida, y si adquieres deformaciones estúpidas, con el paso de los años lo pasarás mal. Hazme caso. Piensa bien esto: si quieres cuidar de Naoko, cuídate a ti mismo."




"¿Qué debe de estar haciendo Naoko en estos momentos, me pregunté. Durmiendo, por supuesto. Debía de estar profundamente dormida, arropada por las tinieblas de su pequeño y extraño mundo. Recé para que no tuviera sueños amargos."