sábado, 16 de marzo de 2013


SUBRAYADO A LÁPIZ: cosas que los nietos deberían saber - mark oliver everett

En Inglaterra, este libro «fue recibido como el mejor libro de autoayuda que no intenta ayudar a nadie pero que lo consigue sin proponérselo». Eso es lo que afirma Rodrigo Fresán, autor del prólogo. Mark Oliver Everett, el llamado Kurt Vonnegut del rock independiente, líder y cerebro de la banda Eels, es hijo del físico cuántico Hugh Everett, que inventó la teoría de los mundos paralelos y en ellos se perdió cuando E, como también se conoce al autor de este libro, tenía 19 años. Con el cadáver del padre iba a empezar un ciclo de desgracias que culmina en una rara y preciosa autobiografía musical, y es que la desgracia siempre dio mejores historias... Al igual que en sus temas musicales, E nos habla de la vida contando historias sobre la muerte, y nos ofrece un poso de esperanza tras la tragedia.


"Conducía por la negrísima noche de Virginia sobre la cinta de asfalto perfectamente plana que en otra época había ocupado la vía del tren. Cuando llegué al puente elevado que cruza la cañada, me puse a pensar en los detalles de la noche en la que acabaría despeñándome por él. Estaba convencido que no viviría hasta cumplir los dieciocho, y por eso no me había molestado nunca en hacer planes de futuro. Los dieciocho habían llegado y pasado hacía un año, y yo seguía respirando. Y las cosas iban a peor."

"No se que sucede cuando morimos, y no cuento con descubrirlo antes de palmarla. Seguramente no pasa nada, pero nunca se sabe. De momento sigo vivo, y he acabado por entender que algunos de los peores momentos de mi vida han desembocado en algunos de los mejores, así que no soy de los que devora con avidez el melodrama ajeno. Cada día es cada día, y punto."

"Puede que no me guste tanto la gente como al resto del mundo. Parece que la raza humana está enamorada de sí misma. ¿Qué clase de ego hace falta para llegar a creer que has sido creado a imagen y semejanza de Dios? A ver, sacarse de la manga eso de que dios debe ser como nosotros... por favor. Stanley Kubrick lo expresó muy bien: el descubrimiento de vida inteligente fuera de la Tierra sería catastrófico para el hombre por el simple motivo de que ya no seriamos capaces de considerarnos el centro del universo. Supongo que me estoy convirtiendo poco a poco en uno de esos viejos cascarrabias que creen que los animales son mejores que las personas. También es verdad que de vez en cuando hay gente que me sorprende positivamente y acabo incluso enamorándome de ella, así que... Es lo que hay."

"A mí me pasa una cosa, y es que cuando veo algo que no debo hacer me siento obligado a hacerlo. Dependiendo del momento, puede ser divertido o una pesadilla. Como en una clase de ciencias salida de madre, con los niños de séptimo chillando y corriendo en círculos, con los mecheros Bunsen escupiendo llamas. No fui capaz de controlarla. Otra vez mandé a un chico a la sala de profesores para que me trajese un café y volvió con una nota del director pidiéndome que fuese a verle. Por lo visto, no se puede enviar a los alumnos a por café. Mira que habían pasado años, y aún me enviaban al despacho del director."

"Ésas son las cosas que impiden que los momentos más negativos de mi vida me hundan del todo. Si resulta que este tipo de cosas no sólo son posibles sino que pasan de verdad, ¿cómo puedo ser tan cínico? Yo, un crío de lo más ingenuo, había salido de casa de mi madre en Virginia para ver si era capaz de hacer algo con su música en el otro extremo del país, sin tener ni pajolera idea de si tenía posibilidades ni de en qué me estaba metiendo. Y algo estaba pasando. Estaba a punto de unirme a ese reducido grupo de afortunados que pueden hacer lo que quieren porque quieren... y encima me iban a pagar."

"A lo largo de mi vida ha quedado demostrado que, si estoy en una habitación y en esa habitación hay una persona capaz de convertir mi vida en un infierno, la encontraré enseguida, desearé que se ponga a hablar conmigo, me sentiré como si hubiese encontrado la pieza que faltaba a mi puzzle, empezaré a fantasear y a ver imágenes de los dos despertándonos juntos, de nuestros hijos, de nuestras tumbas contiguas dentro de cincuenta años, y encima creeré que eso es lo que quiero. Por algún motivo que desconozco, Dios ha hecho que las mujeres que me atraen estén todas locas. Pero como resulta que no creo en Dios, imagino que en realidad es una de esas circunstancias de la vida que algo tienen que ver con la forma en que me crié. La gente con la que trabajaba se refería a veces a cierto tipo de mujeres como chicas para E. Así de grave era la cosa.(...) En defensa de todas ellas tengo que decir también que no soy una persona con la que resulte fácil convivir. Bueno, en cierto modo sí que lo soy, una vez se acepta que siempre estoy trabajando en algo y que si no estoy trabajando tiendo a encerrarme en mí mismo mientras rumio nuevas ideas. Hay que ser una persona muy segura de sí misma para vivir con alguien así, y probablemente he estado enfocándolo mal todos estos años al intentar emparejamientos imposibles. Les guardo mucho cariño a todas mis locas, y no lamento ninguna de las experiencias compartidas con ellas (bueno, casi ninguna. Algunas fueron verdaderamente terribles). A todas esas locas a las que he querido: muchas gracias, pero ahora estoy demasiado cansado."

"Un día estábamos a medio concierto y entre canción y canción oí una vocecita penetrante que repetía: ¡Sé que eres Batman!. Miré al foso y en primera fila, con la mirada clavada en mí, vi a Perry Farrel, fundador de Lollapalooza, con una botella de tinto en una mano. Me miró y volvió a repetir: ¡Sé que eres Batman! Han pasado muchos años y sigo sin saber por qué soy Batman. Las cosas eran cada vez más extrañas. La muerte de Liz se había producido al mismo tiempo que todo aquello, y eso me daba una perspectiva diferente de todo el asunto. Tenía una visión más amplia, más general de las cosas, y pese a que en ese momento tenía lo que siempre había soñado (la música era mi vida) tenía que ser capaz de mantener la cabeza fría y pensar en lo que de verdad quería obtener con aquel circo"

"Quizá yo también exagero, porque soy muy consciente de que la música me salvó la vida. ¿Dónde estaría ahora si no hubiese podido concentrarme en ella? Seguramente en el mismo universo paralelo hacia el que partió mi hermana para reencontrarse con mi padre. Lo que quiero decir es que me tomo la música muy en serio."

"Durante algún tiempo imité la práctica del menú sorpresa y me dediqué a pedir a camareros y camareras que me trajesen cualquier cosa del menú. Me parecía una buena manera de recordarme a mí mismo que no puedes saber nunca lo que se puede esperar de la vida. A veces te sale el tiro por la culata y te sirven algo que no te gusta nada, pero casi siempre acabé comiendo algo que normalmente no habría pedido nunca y que me encantó."

"Grabo mi parte en dos pistas de la grabadora y dejo otras dos para que las use Tom con la suya. Le envío la cinta con instrucciones muy precisas sobre lo que quiero que haga. Él hace caso omiso de mis instrucciones, borra por error la pista en la que yo canto y me devuelve una cinta en la que patea por su cuarto de baño chillando y llorando como un bebé. A Tom Waits no se le dice lo que tiene que hacer."

"Vuelvo a pensar en lo que dijo mi padre pocos días antes de morir, que había vivido una buena vida, y me doy cuenta de que me siento igual que él. Menuda vida he vivido. He sobrevivido a las malas rachas y disfrutado de las buenas. En serio, gente. Ahora es cuando de verdad vivo"