viernes, 23 de marzo de 2012


SUBRAYADO A LÁPIZ: nocilla dream - agustín fernández mallo

Si se atraviesa la carretera US50, estado de Nevada, sólo hay una cosa que recuerde la presencia humana: un álamo del que cuelgan cientos de zapatos. A veces se zarandean como voces que relatan su travesía particular por el desierto. Es entonces cuando se puede oír cómo desglosan sus sueños y anestesian las derrotas, cómo fragmentos de una vida se mezclan con los de otra en una historia sin final.

"De entre todas las manías, sin duda la más habitual es hacer el amor por las mañanas. A esa hora los hombres siempre quieren y terminan sometiendo a las mujeres. Esto no representa problema alguno si se vive al resguardo de una casa. Ahora bien, imaginemos a una pareja sin techo que se hubiera afincado en mitad de un descampado o un desierto; tendría que ir siempre a la parte de un árbol, arbusto o tapia en la que hubiera sombra para acometer el acto. Con el paso del tiempo inevitablemente quedarían en la tierra las marcas de los mecánicos envites, y al final siempre habría alguien para desarrollar una teoría que pusiera en relación directa esas huellas con la visita de una nave extraterrestre. Esto es lo que le ocurrió a Kent Fall, el alcalde de Ely, cuando una mañana de 1982 vio en la parte de sombra de un álamo que encontró agua, unas señales muy profundas, gestuales y aritméticas, horadadas en la tierra. Arriba, colgando en una rama, encontró dos pares de zapatos"



"En el momento en que sopla el viento del sur, aquel que llega de Arizona y remonta los diferentes desiertos semihabitados y la docena y media de poblados que con los años se han visto sujetos a un éxodo imparable hasta decaer en poco más que en pueblos-esqueleto, en ese momento, justo en ese momento, los cientos de pares de zapatos que cuelgan del álamo se someten a un movimiento pendular, pero no todos con la misma frecuencia, dado que los cordones por lo s que están sujetos a las ramas son de una longitud muy diferente en cada uno de ellos. Visto a una cierta distancia es, en efecto, un baile caótico en el cual, pese a todo, se intuyen ciertas reglas. Se dan fuertes golpes los unos a los otros, y súbitamente cambian de velocidad o trayectoria para finalmente regresar a los puntos atractores, al equilibrio."



"Este núcleo inicialmente estaba formado por los hijos de los norteamericanos, pero ahora está arrastrando a multitud de chinos con la peculiaridad de que entre éstos no son los jóvenes sino los ancianos de la comarca quienes destacan. A su lado, sus nietos no tienen nada que hacer. La explicación está en que en esa zona de china existe la peligrosa tradición, solo reservada a los ancianos, de recoger el kwain, un fruto cítrico que crece en un árbol del mismo nombre, caminando en equilibrio de un árbol a otro sobre una cuerda que une todas las copas del bosque, y que puede llegar a ubicarse hasta a 25 metros de altura. El día que esos ancianos se pusieron el traje de neopreno y se montaron sobre la tabla, arrasaron."



"Suenan acordes, Fernando le está dando: una silla entre los dos surtidores, la guitarra, y el ampli conectado. Las cejas, líneas rectas, espejos del horizonte sobre unos ojos que mantienen la mirada fija buscando el fiel de una balanza. Una idea recurrente: le parece mentira cómo un objeto tan pequeño como una guitarra puede llegar a llenar con su sonido semejante espacio, hacer salir a los insectos y que se escondan los niños. A lo lejos ve rodar unas cuantas bolas de papeles de periódico, tarde o temprano vuelven y se van. Hace unas pocas más con taco de periódicos que tiene a su izquierda y las tira más allá de la carretera. Improvisa acordes mientras observa sus movimientos."



"Heidegger, y desde él toda la filosofía, distingue entre espacio y lugar. Lugar es un espacio que ya está habitado, hecho a la medida de su morador, impreso ya de una historia, personalidad y cultura particulares. Los filósofos posmodernos han calificado a una serie de lugares impersonales, como por ejemplo los grandes centros comerciales o los aeropuertos, como no-lugares, espacios idénticos en cualquier cultura y donde quiera que te los encuentres. Por eso Kenny, fugado de la justicia canadiense, vive desde hace cuatro años en la terminal internacional del aeropuerto de Singapur. Sin papeles, y harto de que lo repatriaran de un país a otro, decidió quedarse ahí, en ese no-lugar que, legalmente, no pertenece a país ni estado alguno. Ese vacío legal le beneficia. Deambula con un carrito de arriba abajo abarrotado de sus escasa pertenencias. Conocido ya por los dependientes de restaurante, tiendas, cibercafé, papelerías, y servicio de limpieza, éstos le facilitan todo lo que le hace falta para subsistir (...) Le han propuesto como embajador de ese Reino para las terminales del aeropuertos de todo el mundo."

http://www.entrelectores.com/libro/1434.nocilla-dream-agustin-fernandez-mallo/