lunes, 12 de julio de 2010

Truffaut Ciclo Doniel V (El amor en fuga)

En 1970 la publicación del libro “Las aventuras de Antoine Doinel” parecía iba a ser el colofón al ciclo “Doinel”. Las declaraciones del propio Truffaut en años venideros así lo confirmaban, tratando de esta forma de proteger al actor Jean Pierre Leaud, muy mediatizado por el éxito, y encasillado en el cómico personaje.
Sin embargo a finales de los 70´, y en lo que para muchos fue un acto de oportunismo para hacer una buena taquilla recuperando la exitosa saga, se rodaría un último capítulo con las andanzas de Doinel.
Se trata “El amor en fuga” de una síntesis del personaje revisando el pasado, así como una mirada al presente y futuro de Antoine. En ella presenciamos intercalados con el presente, fragmentos de todas y cada una de las películas anteriores, recordando así el pasado, a la vez que lo comenta con diferentes personajes de su pasado con los que se irá encontrando.
Así vemos a nuestro protagonista, que ahora tiene unos 35 años, divorciándose de Christine, a la vez que conocemos los entresijos que trajeron dicha separación, con un caso de celos por parte de Doinel ante el acercamiento de Christine a una amiga llamada Liliana, que sin embargo finaliza con la infidelidad de este con dicha amiga. Como vemos Doinel en todos estos años ha seguido siendo el mismo, y a su desencantada esposa solo le quedará la separación al comprender que por mucho que se quieran, las cosas con Antoine nunca podrán funcionar.
Junto a esta historia tenemos otro reencuentro con una de sus mujeres pasadas. En este caso se trata de Colette, con la que se encuentra de forma fortuita al llevar a su hijo a la estación. Doinel en unos de esos actos irracionales a los que nos tiene acostumbrado, se colará en el tren para saber más de la vida de la que fue su primer gran amor. Se trata del segundo encuentro con Colette tras el de “Besos Robados”, y si aquella vez veíamos a una Colette feliz acompañada de su marido, ahora nos enteramos de que su vida ha sido una desgracia, con la muerte de su hijo, y un posterior divorcio. El encuentro a bordo del tren se ve salpicado de notas de humor mientras Colette lee fragmentos de la novela autobiográfica que Doinel publicó sobre sus amores, y en la cual por supuesto aparece aquel primer e ingenuo amor.
Y entre todos estos retazos de pasado, el presente. Y el presente no es otro, para no variar, que un nuevo trabajo, en este caso en una imprenta, y un nuevo amor, Sabine. Se trata esta de una bella chica, más joven que él, que trabaja como vendedora de discos. Presenciaremos al comienzo del film la ruptura entre ambos, para terminar, después de todos los encuentros con su pasado, con una reconciliación final.
La comedia y la melancolía se van mezclando como a lo largo de toda la serie, y la correspondencia entre Truffaut y Doinel vuelve a ser más grande que nunca. El episodio en el que Doinel visita, acompañado de un antiguo amante de su madre, la tumba de esta, no es solo el acto de redención de Antoine con su madre, sino el acto de arrepentimiento del propio Truffaut por lo sucedido en su vida real. Además la búsqueda obsesiva de la mujer ideal, y el continuo fracaso al no conseguirlo estaba tan presente en la vida del director, como lo está en nuestro anti-héroe.

El amor continúa en permanente fuga, y la melancolía nos invade mientras recordamos episodios pasados de éxitos y fracasos de nuestro protagonista. Fueron desfilando las mujeres por su vida, y con ellas se fueron los besos robados. Pero queda el bonito recuerdo de todo lo vivido, y también un bonito hijo, Alphonse, fruto de algunos de esos incontables besos.
Y queda Sabine, con la cual, como decíamos, termina reconciliándose en una secuencia final para la historia (en la que le cuenta la historia de la fotografía reconstruida, por la cual pudo llegar a conocerla) mientras suena la canción “El amor en fuga” de Alain Souchon.



Nos despide Truffaut con imágenes del pequeño Antoine en “Los 400 golpes”, que se funden en un vertiginoso montaje de Antoine y Sabine besándose, junto al beso de dos enamorados en una cabina, mientras escuchan el tema "El amor en fuga". Los besos del presente y del pasado de Doinel… como siempre el futuro, no lo podemos asegurar…